Una iglesia Neotestamentaria
  (Hechos 2:41-42) 

por Eliseo Martínez

Los reformadores argumentaban que la iglesia constantemente debería reformarse. Es una manera de decir que la iglesia practique periodicamente una autoevaluacion. Los parámetros para hacerlo son las características que el Nuevo Testamento nos brinda de una iglesia sana, que se desarrolla y crece fructificamente.
El Nuevo Testamento nos da características de una iglesia que satisface los parámetros revelados en la Palabra de Dios. De estas he seleccionado cinco.
1ª La primera característica es la oración.
Leamos Hechos 2:41-42; encontramos en este texto que los primeros creyentes perseveraban en la oración. La oración fue una práctica esencial. Debemos de aceptar que la vida de oración no es opcional, no es si queremos o podemos hacerlo
Lucas 18:1 nos dice que Jesús narró una parábola sobre la necesidad de orar siempre y no desmayar, es decir nunca dejar de hacerlo. El mismo nos brinda un modelo en Lucas 5:16, ya que él acostumbraba a pesar de estar saturado de trabajo orar a solas.
Spurgeon decía: La oración es el delgado nervio que mueve el poderoso brazo de Dios. Si esta afirmación es verdad, no importa que tan ocupado estemos, tenemos que buscar tiempo para ocuparlo en oración. Así lo hizo Cristo Jesús, así lo practicó el apóstol Pablo. De alguna manera nosotros logramos encontrar tiempo para lo que queremos. Hay un refrán muy conocido: Querer es poder, Dios nos ha brindado este conducto de la oración con el propósito de que podamos acercarnos con confianza a él y podamos así compartir nuestra vida con él. Recordemos a Samuel que consideraba un pecado si no se dedicaba a la oración. Nuestro Dios es soberano e infinito y actúa en respuesta a nuestras oraciones de manera trascendental.
2ª La segunda característica es un iglesia que comparte.
La enseñanza bíblica es que todos dependemos de los demás. En Hebreos 10:24-25 leemos: Considerémonos los unos a los otros para estimularnos al amor y a las buenas obras. No dejemos de congregarnos como algunos tienen por costumbre; más bien, exhortémonos, y con mayor razón cuando veis que el día se acerca (Rva).
Debemos estimularnos al amor y a las buenas obras, el amor es la fuente de las buenas obras, las buenas obras son la evidencia del amor. Manfred Grellert en su libro los Compromisos de la Misión, escribe: Las buenas obras pueden darse al menos en cuatro niveles. Está el nivel de la evangelización, en el que se comparte la Buena Nueva, y el nivel de la edificación, que es una confirmación de los hermanos en la fe cristiana. Se da también el nivel de apoyo emocional, que enmarca la atención de las necesidades afectivas y, por fin, la dimensión social, cuando procuramos servir al prójimo, dándole de nosotros mismos o algo nuestro para satisfacer sus necesidades. Juan en su primera carta escribe que el amor no solo es de labios, palabras. Sino de hechos, acción.
El congregarnos es para exhortarnos (ayudarnos) a mantenernos unidos y expectantes del día glorioso de la venida de nuestro señor Jesucristo. Este ayudarnos es el tomarnos de la mano para fortalecernos y animarnos en medio de las situaciones adversas propias de la vida.
Gálatas 6:2 señala que debemos sobrellevar los unos las cargas de los otros. Es en este compartir que cumplimos la ley de Cristo, cuando nos responsabilizamos de los problemas de nuestros hermanos. Nuestro ministerio es de paráclito. De uno que viene al lado de…para ayudar. Es cuando la carga del otro la hacemos nuestra. Una iglesia que descuida este importante servicio de cuidar a los que padecen un determinado tipo de adversidad, es una iglesia que corre el peligro de perder su identidad cristiana.
3ª La tercera característica de una iglesia Neotestamentaria, es el ser una comunidad que restaura.
Gálatas 6:1 enseña que debemos restaurar con mansedumbre. Esta palabra es el término katartizo que se empleaba para designar la colocación de un hueso en su debido sitio. Este es uno de los principales ministerios RESTAURAR a los caídos, a los sorprendidos por el ataque enemigo de Satanás.
Esta es una labor personalizada de persona a persona. Requiere sobre todo mansedumbre del restaurador, tomando en cuenta su propia debilidad y que está expuesto a ser tentado y a caer. Es una labor de consejería que requiere una autentica empatía manifestada en el saber oír, y sobre todo hablar.
La voluntad de Dios es que seamos restauradores, rechacemos toda actitud que no contribuya a la sanidad integral del sorprendido por un ataque certero del enemigo. Es importante que tengamos palabras de aliento, afirmación, y que nos mueva una auténtica preocupación por otros.
4ª La cuarta característica de un iglesia neotestamentaria es el uso de los dones.
Romanos 12:3-8 nos presenta una lista de dones (habilidad, capacidad) dados por Dios a cada creyente. Estos dones deben ser usados, desarrollados.  Todos sabemos que lo que no se usa se atrofia. No hay ninguna excusa que valga por no estar ocupado en realizar la tarea designada de acuerdo a nuestros dones, si tenemos el don de la enseñanza por ejemplo, dediquémonos a enseñar.
En 1ª Corintios capítulos 12, 13,14 Encontramos una sección que enfoca el uso adecuado y bíblico de los dones, la iglesia de Corinto había tergiversad y abusado del ejercicio de los dones. Pablo usa esta sección para reglamentar su uso.
Efesios 4:11-12 habla de dones personas que Cristo dio a la iglesia para perfeccionar (entrenar) a los santos (creyentes) que hagan la obra del ministerio. Todos los creyentes tenemos por lo menos un don y hay dones personas que capacitan a todo creyente para que haga la obra (trabajo) del ministerio.
Es la voluntad de Dios que cada creyente este ocupado trabajando un ministerio, en el cual debemos ser excelentes, nunca conformarnos con lo que ya se hizo, nunca debemos creer que ya hicimos suficiente. En 1ª Corintios 15:58 se lee: Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
5ª y por ultimo, la quinta característica que tiene una iglesia de acuerdo al Nuevo Testamento, es que testifica.
Es una iglesia que aprovecha el poder que le fue dado, Hechos 1:8, la iglesia no tiene que pedir este poder, tampoco buscarlo. La iglesia ya posee este poder, lo único que tiene que hacer es usarlo.
No necesitamos métodos marketing, lo que necesitamos es ser obedientes a la gran comisión, llevando acabo una evangelización permanente; discipular a los convertidos enseñándoles que guarden todo lo que Cristo había mandado.
Discipulado más que método es transmisión de vida. El discipulador trasmite su vida al discípulo como la abuela y madre de Timoteo le trasmitieron la fe, de la cual Pablo habla reconociendo que era una fe autentica, genuina.
Pablo nos habla de cómo realizar el discipulado en 2ª Timoteo 2:1,2, logrando que personas fieles y con capacidad de facilitar el aprendizaje, se involucren.
Conclusión:
¿Cómo debe ser nuestra iglesia?
Una iglesia saturada de oración
Una iglesia donde nos ayudamos mutuamente
Una iglesia que restaura al caído
Una iglesia donde cada miembro trabaja
Una iglesia donde evangelizamos y discipulamos.

                                                                 AMEN…
                                                      eliseomartimartinez@yahoo.com

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