¿Cómo Podemos Llegar a Ser Cristianos?

RUT

por Gabriel Otero

Comenzamos el estudio de este libro haciendo referencia al autor: Desconocido. Muchos dicen que Samuel fue el autor del libro, pero realmente no hay un versículo dentro del mismo o en otro libro de la Biblia que nos indique quién es el autor del libro de Rut. Por lo tanto y sin lugar a dudas podemos decir que el autor es de orden desconocido.



El período en el cual este libro fue escrito es el período del libro de los Jueces, pues en el Cap.1:1, se nos dice: "Aconteció en los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra. Y un varón de Belén de Judá fue a morar en los campos de Moab,..." Evidentemente un período en el cual había una lucha intensa pues aun no había rey en Israel, según dice el último versículo del libro de los Jueces y "...cada uno hacía lo que bien le parecía."



Esto nos lleva a la reflexión de que cuando una persona hace lo que bien le parece el resultado de ello es caos dentro del ambiente donde él se desarrolla. Así que ya tenemos aproximadamente tres factores decididos acerca del libro de Rut en las Escrituras: Su autor es desconocido; el período en el cual fue escrito, un período de caos y de confusión; y el tema del libro es muy fácil, una demostración gráfica de la misericordia de Dios.



La lección espiritual que este libro trae a nosotros, si lo ponemos dentro del Nuevo Testamento, diríamos que es la siguiente: ¿Cómo podemos llegar a ser cristianos?



Y ahora vamos a dedicarnos a contestar esta pregunta que es la base principal del libro de Rut. ¿Cómo podemos llegar a ser cristianos? En el primer capítulo encontramos tres decisiones notables que sin lugar a dudas nos van a enseñar la base fundamental del cristianismo.



I.- En los Vrs.1-3, encontramos una decisión que fue deshonrosa a Dios. Una decisión que lleva al fracaso. Dice la Escritura: "Aconteció e los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra. Y un varón de Belén de Judá fue a morar en los campos de Moab, él y su mujer, y dos hijos suyos. El nombre de aquel varón era Elimelec, y el de su mujer, Noemí; y los nombres de sus hijos eran Mahlón y Quelión, efrateos de Belén de Judá. Llegaron, pues, a los campos de Moab, y se quedaron allí. Y murió Elimelec, marido de Noemí, y quedó ella con sus dos hijos,..." Notamos en estos versículos que tenemos para analizar, que lo primero que vemos es una nota de desaliento, algo que anda mal. En la ciudad de Belén escaseaba la comida y por supuesto quizás el trabajo. Y alguien que vivía allí, natural del lugar, llamado Elimelec, suponemos creyente en Dios, tal vez por las razones que nos da el Vr.1, o por orgullo personal hizo algo mal; fue a morar a la tierra de Moab. Los habitantes de la tierra de Moab eran los enemigos eternos de Israel. La razón por la cual decimos que Elimelec hizo algo mal, es que él se movió de Belén por razones quizás de trabajo y no porque Dios lo movió. Vemos que en el Cap.2:1, dice: "Tenía Noemí un pariente de su marido, hombre rico de la familia de Elimelec, el cual se llamaba Booz." Notamos entonces que Elimelec podía haber ido y hablado a Booz por su situación, pero quizás, repetimos, su orgullo personal le privó de ello y entonces decidió moverse a la tierra de Moab. Con él movió también a su familia, su mujer y sus hijos, los cuales se casaron y murieron todos ellos (Vr.3-5) dejando a Noemí desamparada.



En primer lugar, podríamos decir que el libro nos enseña que debemos cuidar nuestras decisiones. He aquí que una decisión tomada sobre la base de las circunstancias, fue lo que movió a Elimelec fuera de la tierra de Belén (que significa casa de pan). No fue Dios quien lo movió a él, sino que las circunstancias se pusieron tan difíciles para él, creemos, que él se movió y se transfirió a un lugar donde no le era propio. Deducimos entonces que todos los acontecimientos que estaban sucediendo en ese lugar, eran acontecimientos positivos, acontecimientos en los cuales también podemos ver el propósito de Dios. Aplicando esto a nuestra vida ocurre que cuando dependemos de las circunstancias y no dependemos de Dios, es entonces cuando cometemos errores. Cuando dependemos de la mejor opinión de nuestros amigos, del consejo de los hombres y no en el consejo de Dios, vamos sin duda a acarrearnos consecuencias difíciles de sobrellevar. Así que el libro de Rut nos enseña desde su comienzo que debemos tener cuidado con nuestras decisiones.



II.- También este libro nos enseña que debemos tener sinceridad en nuestras decisiones. En el mismo Cap.1 encontramos que después de la muerte de Elimelec y de sus dos hijos, las dos nueras de Noemí quieren volver con ella a Belén. Dicen los Vrs.8-10: "Y Noemí dijo a sus dos nueras: Andad, volveos cada una a la casa de su madre; Jehová haga con vosotras misericordia, como la habéis hecho con los muertos y conmigo. Os conceda Jehová que halléis descanso, cada una en casa de su marido. Luego las besó, y ellas alzaron su voz y lloraron, y le dijeron: Ciertamente nosotras iremos contigo a tu pueblo." Ahora bien, notemos clara y específicamente que las dos nueras dijeron: "Ciertamente nosotras iremos contigo a tu pueblo." Encontramos que tanto en la palabra de Orfa y en la palabra de Rut, palabras de consentimiento. Pero debemos también pensar que estas palabras positivas de las cuales las Escrituras nos hablan, fueron expresadas por las dos mujeres y aparentemente no tenemos manera de saber si había una decisión sincera o no. ¿Cómo podemos saber si estamos frente a una decisión sincera o no? Simplemente viendo el resultado y el fruto de esas decisiones. Fijémonos en los Vrs.12-14. Noemí insiste en que las dos mujeres se vuelvan a su tierra de Moab y dice: "Volveos, hijas mías, e idos; porque yo ya soy vieja para tener marido. Y aunque dijese: Esperanza tengo, y esta noche estuviese con marido, y aun diese a luz hijos, ¿habíais vosotras de esperarlos hasta que fuesen grandes? ¿Habíais de quedaros sin casar por amor a ellos? No, hijas mías; que mayor amargura tengo yo que vosotras, pues la mano de Jehová ha salido contra mí. Y ellas alzaron otra vez su voz y lloraron; y Orfa besó a su suegra, mas Rut se quedó con ella." Aplicando nuevamente estos versículos a nuestra vida espiritual, no hay manera que podamos comprobar los resultados de una decisión, a menos que esperemos un tiempo.



Así es con la salvación. ¿Cómo podemos llegar a ser cristianos? Simplemente tomando una decisión sincera. ¿Cómo sabemos que nuestra decisión es sincera? Lo sabemos cuando al correr del tiempo vemos el fruto de tal decisión. Fijémonos, el Vr.14 dice que lloraron las dos, pero Orfa tomó una decisión contraria a la decisión que habían tomado ellas en el Vr.10. Orfa besó a su suegra y se volvió a su lugar. ¿Por qué hizo eso Orfa habiendo ya previamente hecho un llanto y demostrado en forma firme que realmente ella quería ir con su suegra? Pero tenía dudas en su decisión y consecuentemente sufrió por ello.



Leamos ahora lo que Noemí dijo a Rut: "He aquí tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses; vuélvete tú tras ella." Noemí insiste en probar a Rut. Hemos visto hasta aquí en nuestro estudio dos decisiones: La primera, una decisión que fue tomada en base a las circunstancias. Y decisiones que son tomadas en base a las circunstancias, llevan al fracaso. La segunda, hemos visto decisiones sinceras. Pero cuando las decisiones no son sinceras fracasan con el tiempo. Y cuando vemos que alguien dice yo quiero ser cristiano y levanta su mano y dice: Si, Señor, y pasa al frente, ora y acepta al Señor Jesús, pero con el correr del tiempo vemos a tal persona desobedecer la palabra de Dios en forma constante sin llegar a corregirse, indudablemente estamos frente a un caso de incredulidad. Tal persona es un fracaso porque no ha creído firmemente en el Señor Jesucristo.



Ahora bien, no queremos que se malentienda lo que estamos diciendo, que una persona no puede pecar porque es cristiana, no. No estamos diciendo eso. Simplemente estamos diciendo que si un cristiano peca y no se arrepiente y continúa en su pecado y haciendo otros ignorando la ley de Dios, estamos frente a un caso en el cual dudaríamos de la salvación de tal persona. La razón es que sus frutos nos están dando a conocer que su decisión por Cristo no fue sincera. Fue como la de Orfa, al principio dijo que sí, pero luego cuando se vio frente a la prueba de continuar el regreso a la tierra de Judá, entonces dijo que no.



III.- Vemos también en este libro una decisión firme, y esa decisión firme se ve en Rut. En los Vrs.16 17, tenemos allí la lista y la característica de una decisión que es firme y que aplicada a nosotros nos lleva sin lugar a dudas a ser cristianos. Por eso hemos titulado a este libro en su aplicación espiritual, ¿Cómo llegar a ser cristiano? Si bien el libro nos habla de una demostración gráfica de la misericordia de Dios hacia una mujer que era gentil, espiritualmente nos da la fórmula de cómo llegar a ser cristianos. En primer lugar, no tomar decisiones que estén basadas en las circunstancias. En segundo lugar, no tomar decisiones a menos que las mismas sean sinceras. Y en tercer lugar, cuando tomemos decisiones éstas deben ser firmes.



Dicen los Vrs.16-17 que Rut respondió ante la insistencia de su suegra y le dijo: "No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a donde quiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos." Vemos que la Escritura nos dice que Rut encontró al Dios de Israel. "Donde tú murieres moriré yo" Y aquí está la clave: "...así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos." Y en el Vr.16 encontramos la clave de la salvación de Rut: "...Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios."



Hay muchas personas que dicen que aceptan a Jesucristo, pero no aceptan al pueblo de Dios con todas las imperciones que como humano tiene. Y entonces dicen: "Yo no voy a la iglesia porque hay personas allí que me molestan, son inmundas, hay muchos problemas en la iglesia y por eso no concurro". Esas personas tratan de aceptar a Dios sin aceptar al pueblo de Dios; tales personas no son salvas. En la Primera epístola de Juan Caps.3-4, la Escritura dice que el que no ama a su hermano, en tal persona no mora el amor de Dios. Si el amor de Dios no mora en nuestro corazón, debemos tratar de investigar nuestra salvación en forma profunda.



Rut tomó una decisión firme. Y una decisión firme nos habla de una decisión sin reservas. Nadie puede decir, bueno, acepto al Señor Jesucristo, pero me quedo con el baile, el cine y con todas las cosas que tengo en el mundo. Nadie puede decir, acepto al Señor Jesucristo y me quedo con el trabajo del día domingo o el domingo a la tarde me quedo sentado en casa a escuchar radio o mirar el partido de futbol por televisión, o me voy a tomar una cerveza con mis amigos, o lo que sea que el mundo lo tiene apegado a uno. Una decisión firme es una decisión que provoca una separación entre el mundo y nosotros. Reconocemos que esto es difícil a menos que Dios haga la decisión en nuestro corazón. ¿Nos damos cuenta? Orfa besó a su suegra, fue atenta, gentil, amable, pero regresó a su tierra y a sus dioses; es como decir a la perdición. ¿Por qué decimos esto? Porque no se habla más de Orfa en las Escrituras. Pero en cambio Rut se encuentra dentro de la genealogía de nuestro Señor Jesucristo; ella fue honrada como una hija de Dios aun siendo mohabita, una gentil. ¿Por qué? Porque tomó una decisión sin reservas.



¿Cómo podemos llegar a ser cristianos? No es por intermedio de nuestros padres, no es por intermedio de nuestra familia, sino que se llega a ser cristiano por medio de una decisión firme en la palabra de Dios. Una decisión que no guarda retroceso y que no tiene reservas. "...a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios." dice Rut. ¡Qué decisión! ¿verdad? Donde hay amor, existen decisiones como esta. Hay muchas parejas que cuando se casan discuten el hecho de dónde vivir, cómo vivir y qué es lo que hacer. Pero qué hermoso es poder mirar en la palabra de Dios y observar en ella, tomar principios bíblicos de ella y poder decir: Bueno, una cosa sabemos, que cuando abrazamos a Dios las circunstancias que nos rodean ya no tienen tanta importancia como nuestro Dios en sí. Nuestro amor a Dios no se basa en el hecho de que vamos a tener amigos maravillosos, cristianos que son buenos y amables, no. Nuestro amor a Dios debe ser sin reservas porque él nos salvó, porque él entregó a su hijo Jesucristo para que muera en nuestro lugar por nuestros pecados y consecuentemente le vamos a amar a él y a todos aquellos que él ha amado. Muchas veces nos cuesta amar a un hermano que es débil en la fe. Pero es más importante amar a un hermano que es débil en la fe y ayudarlo, que decir que hacemos algo para el Señor.



Ahora al concluir, quisiéramos que pensemos en el libro de Rut. ¡Qué ejemplo nos da este libro! No tenemos un autor conocido; fue escrito en un tiempo de caos y peligros; pero nos da una demostración viva de la misericordia de Dios, una demostración viva del poder de Dios y una demostración viva de lo que Dios puede hacer en nuestra vida.


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