LAS TUNICAS DE PIELES QUE HIZO DIOS

“ Y JEHOVA DIOS HIZO AL HOMBRE Y A SU MUJER TUNICAS DE PIELES, Y LOS VISTIO.” GENESIS 3:21.

Amados en Cristo Jesús, tenemos aquì en este verso 21 de Gn. 3, algo muy importante y trascendente para nuestra salvaciòn. Después del pecado de Adán, y antes de que fueran echados del huerto de Edén, “  Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de piel, y los vistió”. Es decir, Dios sacrificó a un animal  para remisión de pecados de ambos y a la vez cubrir su desnudez espiritual y física.
El Señor le quitó la vida a una criatura inocente  para cubrir a  criaturas culpables de muerte eterna, esto es un tipo de Cristo quien como cordero fue al Calvario a derramar su preciosa sangre “ por muchos “·Mr.14:24.
.Inmediatamente de cometido el pecado atroz , “ Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos;  entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales “ Gn. 3:7. Obviamente no los confeccionaron por que tenían frío sino por que se sentían culpables y avergonzados a tal manera, que pensaron que con las obras de sus manos cubrirían el pecado, pero nadie es salvo por obras, sino mediante la sangre de Cristo. Antes del pecado no sentían vergüenza uno del otro, no conocían pecado pero al no oir la voz de Dios y desobedecer, dudar del Creador los llevo barranca abajo espiritualmente. “ el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto “ Gn. 3:8, no hay nada oculto a los ojos del Señor de señores, ni donde podamos escondernos, asi lo reconoció Jonás y otros más.
Cuando niños hacíamos alguna fechoría nos escondìamos de nuestros padres, asì fue el comportamiento infantil de Adán y Eva, aquel que fue creado con tal inteligencia que le puso nombre a todo, sucumbió por el pecado.
Esconderse es la evidencia de la culpabilidad. Por supuesto ellos no pudieron esconderse de Dios, como dice los versos 9 y 10 “ Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿ dónde estás tú.? Y el respondió: oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí “ ¿ cuántos tiemblan de miedo hoy día a causa del pecado que los carcome?.
Esta es una lección muy importante y esencialmente espiritual, ya que no tiene el hombre como no lo tuvo Adán la capacidad de cubrir su pecado con las obras de sus manos ( delantales de hojas  de higuera ), si debe reconocer la Soberanía del Creador, él cual, solo,  puede cubrir multitud de pecados.
Dice el profeta Isaías : “ Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapos de inmundicia “ Is. 64:6 y en otro pasaje primordial dice: “ Sus telas no servirán para vestir, ni de sus obras serán cubiertos; sus obras son obras de iniquidad, y obras de rapiña está en sus manos “· Is.59:6.
Amados, este es el problema tuyo y mío, las mejores obras no pueden hacer nada a nuestro favor, como dice la Palabra : “ Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en presencia antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quién tenemos que dar cuenta “ Heb. 4:13. Pues Dios ve la suciedad de nuestros pensamientos, la corrupción de nuestros corazones. Lo que hacen en oculto, el Señor lo ve en plena luz. Las hojas de higuera no cubrirán tu vergüenza de ningún modo, por mas alto estilo que las produzcas para vestir y ornamentar tu cuerpo.
Porque la sangre del Cordero Perfecto ( Cristo ) si lo cubre todo, no hay otra solución para tu vida pecaminosa, no existe en este peregrinar otra salida al pecado.
Debes aceptar las vestiduras santificadas que el Señor te ofrece para que puedas entrar a su presencia sin manchas ni arrugas, sino con un atuendo emblanquecido por el poder de la Sangre del Cordero.
Dice la Palabra: “ Mas ya habéis sido lavados, y habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios “ 1Cor. 6:11
Esta son las buenas noticias del Señor Jesucristo para el pecador penitente como lo dice Juan el Bautista en Jn 1:29 “ El  Cordero  de Dios que quita el pecado del mundo “..
Amigo, amiga estás en una encrucijada en este momento, debes optar por seguir usando delantales de hojas de higuera, lo cual te llevara a la perdición eterna, o aceptar las túnicas de santidad que ofrece el Señor, en el día del tribunal de  Cristo, Dios va  ver a cada uno vestido con la túnica que fue comprada por la sangre de su hijo amado Jesucristo.
Cierren sus ojos por un momento y piensen aquí en la congregación hoy, algunos ya vestidos con túnicas de justicia y otros aún con hojas de higuera, cuantos están asi, te ves así, ahora abre tus ojos y reflexiona.
Recuerdas la parábola de las bodas que encontraron a uno que no estaba vestido de acuerdo con la ocasión, que pasó, lo expulsaron a las tinieblas de afuera.
No querrás tu eso para la eternidad, verdad?.  Sino que aquellos en la fila del gran juicio del Trono Blanco, que se presenten vestidos con hojas de higuera, obviamente su nombre no estará en el Libro de la Vida.
Pero benditos aquellos que lucen radiantes la túnicas de justicia de Cristo, hechura de las manos santas del Creador por lo cual obtiene gracia y misericordia por los siglos de los siglos. Amén,.


                                           Sermón original : Pr. Stephen Payson
                                        Adaptación: Pr. Gustavo Mello Guimaraes
Usado y adaptado con Permiso.
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