¿Cómo debemos adorar a Dios?

De verdad, es más o menos fácil contestar, aunque, para decir la verdad de nuevo, casi nadie lo hace, porque todos quieren hacerlo en su propia manera.

Dios, en los diez mandamientos, nos dice, “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.” (Éxodo 20:4-6). El principio aquí es que Dios no nos permite inventar cosas, como imágenes, para adorar a Dios. Por eso, cuando Aarón hizo un becerro y lo llamó Jehová, Dios castigó al pueblo Israel por idolatría (aunque llamaron su ídolo por su nombre), Éxodo 32. Y por eso, cuando los hijos de Aarón ofrecieron incienso extraño al Señor, Él los mató a la vez, “Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, sobre el cual pusieron incienso, y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, que él nunca les mandó. Y salió fuego de delante de Jehová y los quemó, y murieron delante de Jehová. Entonces dijo Moisés a Aarón: Esto es lo que habló Jehová, diciendo: En los que a mí se acercan me santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado. Y Aarón calló.” (Levítico 10:1-3)

Por eso, debemos (o, mejor dicho tenemos que) hacer la pregunta, ¿Qué nos manda Dios en su palabra? Pues, Dios nos manda:

Predicar la Palabra—2 Timoteo 4:2, “que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.”

Cantar Salmos, Himnos, y Cánticos Espirituales—Colosenses 3:16, “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.”

Bautizar a los creyentes y a sus hijos—Hechos 2:38,39 “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.”

Celebrar la santa cena—1 Corintios 11: 23, “Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan;”

Orar--1 Timoteo 2:1 “Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres;”

Bendecir--1 Corintios 16:23 La gracia del Señor Jesucristo esté con vosotros.

Recoger ofrendas--1 Corintios 16:2 “Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas.”

Confesar nuestros pecados—Santiago 5:16 “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.”

Pues, hermano, hay gente que hace otras cosas, pero, no son parte de un culto Bíblico, como incienso, cruces, persignar, dedicaciones, llamadas, absoluciones, y mucho más, pero, sabemos lo que hizo Dios a los hijos de Aarón. También, hay muchos que no quieren hacer lo que manda Dios—por ejemplo, cantar los Salmos o bautizar a los niños, que es muy raro, aun en unas iglesias “evangélicas.” Y la iglesia puede hacer otras cosas fuera de un culto, como dar de comer a los pobres, ordenar pastores, y otras cosas, pero, otra vez, las únicas cosas que Dios nos permite son las cosas que nos manda hacer, porque cualquier otra cosa no es de Dios.

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