Si Dios quiere que todos los hombres se salven (1 Tim. 2:4), ¿cómo es posible que predestine a algunos a la condenación? Si predestina a ciertos individuos a la condenación, ENTONCES NO QUIERE que todos los hombres se salven, es evidente.

Otra pregunta, ¿qué sucede con los infantes que mueren? ¿A dónde van? ¿Por qué? Sin más por ahora y a la espera de su respuesta, reciba un cordial saludo.
Desde Alemania,

Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo este con usted gracias por su pregunta, de hecho es muy buena pero siempre la Biblia se interpreta a sí misma
1 Tim 2:4 El cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Pero para entender este versículo debemos leer los  tres versículos anteriores 1 Tim 2:1-3 “1 Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; 2 por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad.3 Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador,”. Pablo pide a la Iglesia que oren por todos los hombres y cuando se refiere a todos incluye a los no creyentes y los creyentes, porque esto agrada a Dios El cual no quiere que los hombres se pierdan, existe una distinción entre el deseo de Dios y su eterno plan de redención el cual procede del deseo mismo de Dios, al decir aquí que él no desea que los hombres se pierdan, debemos entender como los hombres se pierden y la humanidad entera se pierde en delitos y pecados, entonces Dios no desea ver que la gente peque, El odia las consecuencias del pecado del hombre en el castigo eterno. Dios nos creo por un motivo diferente pero los hombres se perdieron en pecados y Dios al no ser creador del pecado no desea que las personas lo practiquen,   pero Dios decreto que elegiría solo a unos de este mundo Juan 17:6 y a los no elegidos los eligió para dejarlos en sus delitos y pecados, ellos al haber pecado son responsables de sus consecuencias de su incredulidad en el único medio de Salvación que es Cristo Jesús el predestino a unos para la salvación eterna y a otros los dejo para su castigo eterno por su supremo decreto de su voluntad.

En conclusión al ser soberano Dios su Gracia y juicio son perfectos y santos, El no depende de nada para hacer su voluntad, pero en este versículo enseña que las decisiones de Dios son determinadas por su soberanía, por sus decretos de su voluntad perpetua no por sus deseos.

Espero haber contestado tu pregunta pero en realidad nosotros somos culpables de haber pecado ese no era su deseo de Dios al crearnos, pero al pecar decidió salvar a unos por Gracia, y al ser por gracia sabemos que fue inmerecido que todo fue por su amor eterno, no por nada que existía en nosotros y al no saber quien en este mundo son los elegidos Pablo nos enseña orar por todos los hombres para que vengan a escuchar lo que Dios les ha mandado escuchar, las buenas noticia que existen en Cristo Jesús. Y muchos por los que oramos son los enemigos de la Iglesia como Pablo antes de su conversión a Dios, pero como vemos Dios  no dejo que se perdiera Amen.

En cuanto a tu otra pregunta de los infantes te dejo con esta respuesta por el Pastor Esteban Larsón Macías.

“¿En qué parte de la Biblia dice que los niños van al cielo?  ¿Y si no van al cielo? ¿A dónde van?”

Dios nos enseña que todos seres humanos somos pecadores, como dice el Señor por medio de David en Salmos 51:5 “He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre.” Unos dicen que los son por naturaleza, porque no saben mucho, y por eso, no son culpables como los adultos. Y sí es verdad que no con culpables como los adultos por falta de madurez (véase Romanos 2:12-14). Pero, es una doctrina muy peligrosa, porque implica que los niños no son completamente humanos, por falta de madurez, y esta es una de las justificaciones falsas para el aborto.

Pero, para contestar a su pregunta más específicamente, cuando murió su hijo, dijo David, “Mas ahora que ha muerto, ¿para qué he de ayunar? ¿Podré yo hacerle volver? Yo voy a él, mas él no volverá a mí.” (2 Samuel 12:23) Esto indica que David pensó que iba a ver a su hijo después de la muerte. Y este mismo David también dijo, “Pero tú eres el que me sacó del vientre; El que me hizo estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre. Sobre ti fui echado desde antes de nacer; Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.” (Salmos 22:9 y 10). Esto indica que desde su infancia, creó David en Dios su Salvador. Y nos dice lo mismo en el Nuevo Testamento, porque nos dice en 2 Timoteo 3:15, “y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.” Y, este está de acuerdo con la enseñanza del Señor por medio de San Pedro en Hechos 2, cuando nos dice en versículos 38 y 38, “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.” Dice que la promesa es para los creyentes, y para sus hijos. Por eso, nos dice en 1 Corintios 7:13 y 14, “Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone.  Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos.” Esto indica que los hijos de los incrédulos son “inmundos”, cuando los hijos de los creyentes son “santos.” Para entender esto, es importante notar que “santo” en la Biblia, al contrario de los pensamientos de muchos, no quiere decir “perfecto” sino “apartado al Señor,” y por eso, creemos que nuestros hijos están “apartados al Señor.”

Pero, en todo esto, Dios nunca nos dice que nuestros hijos van al cielo o no, y supongo que es así para que nada crea que es salvo solo porque sus padres son creyentes, sino que cada uno tiene la obligación de crecer en el Señor, y confiar en Él, pero, creo que la evidencia es que sí, si muera un niño en la infancia, y es hijo de un creyente, que sí, va estar en el cielo.

Al fin, tengo que pensar en la actitud de los apóstoles, porque cuando las madres presentaron sus niños a Cristo Jesús, leemos que “los discípulos reprendían a los que los presentaban.” (Marcos 10:13) Mas continuamos en versículos 14 as 16, “Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía.”

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En Cristo Jesús
Eddy García
Iglesia Presbiteriana Ortodoxa
Iglesia del Señor Viviente
Santa Ana CA USA

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