¿La iglesia sufrirá la gran tribulacion? si si o no, por favor ayudeme con citas biblicas. Mi pastor, dice que estamos en la gran tribulacion. Soy de de iglesia presbiteriana independiente de México.

Gracias, hermano, por su carta, y su pregunta. Y sí, creo que su pastor tiene razón, porque estábamos en los últimos días desde el tiempo apostólico, como dice el autor de Hebreos, “en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.” (Hebreos 1:2)

Pues, hay muchas referencias a las tribulaciones. En Deuteronomio 4:29-31 nos dice, “Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma. Cuando estuvieres en angustia, y te alcanzaren todas estas cosas, si en los postreros días te volvieres a Jehová tu Dios, y oyeres su voz; porque Dios misericordioso es Jehová tu Dios; no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que les juró a tus padres.”  Habla extensamente en San Mateo 24 de la gran tribulación, que creemos que comenzó en el año 70 D.C., cuando los creyentes, en obediencia al mandamiento del Señor, huyeron de la ciudad de Jerusalén para refugiarse en Pella, al otro lado del Jordán. Nos dice, “Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo; porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados. Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. Ya os lo he dicho antes. Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis. Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre. Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas. E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.” Dice específicamente en San Juan 16:33, “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” Dice en este versículo que la aflicción es algo que pertenece “a vosotros”, es decir, los discípulos y los que siguen a Cristo Jesús. Otra vez, en Romanos 12:12 nos dice, “gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración.” Otra vez, nos dice que los creyentes van a sufrir la tribulación, pero, la tribulación no va a destruirnos. Otra vez, en 2 Corintios 7:4 nos dice, “Mucha franqueza tengo con vosotros; mucho me glorío con respecto de vosotros; lleno estoy de consolación; sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones.” Es obvio, otra vez, que somos nosotros, los creyentes, que estamos pasando por la tribulación. Y, el apóstol Juan, en su libro de Apocalipsis, que él está pasando por la misma tribulación que los de las siete iglesias de Asia, porque dice en versículo 9, “Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.” Y al fin, cuando estaremos congregados en la presencia del Señor, nos dice, “Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.” (Apocalipsis 7:14)

Pues, hay mucho más que decir, y si quiere más, estoy a sus pies en Cristo Jesús.

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