Salmos 107-150--Libro 5

Capítulo 107

1 ALABAD á Jehová, porque es bueno; Porque para siempre es su misericordia. 2 Digan lo los redimidos de Jehová, Los que ha redimido del poder del enemigo, 3 Y los ha congregado de las tierras, Del oriente y del occidente, Del aquilón y de la mar. 4 Anduvieron perdidos por el desierto, por la soledad sin camino, No hallando ciudad de población. 5 Hambrientos y sedientos, Su alma desfallecía en ellos. 6 Habiendo empero clamado á Jehová en su angustia, Librólos de sus aflicciones: 7 Y dirigiólos por camino derecho, Para que viniesen á ciudad de población. 8 Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres. 9 Porque sació al alma menesterosa, Y llenó de bien al alma hambrienta. 10 Los que moraban en tinieblas y sombra de muerte, Aprisionados en aflicción y en hierros; 11 Por cuanto fueron rebeldes á las palabras de Jehová, Y aborrecieron el consejo del Altísimo. 12 Por lo que quebrantó él con trabajo sus corazones, Cayeron y no hubo quien los ayudase; 13 Luego que clamaron á Jehová en su angustia, Librólos de sus aflicciones. 14 Sacólos de las tinieblas y de la sombra de muerte, Y rompió sus prisiones. 15 Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres. 16 Porque quebrantó las puertas de bronce, Y desmenuzó los cerrojos de hierro. 17 Los insensatos, á causa del camino de su rebelión Y á causa de sus maldades, fueron afligidos. 18 Su alma abominó toda vianda, Y llegaron hasta las puertas de la muerte. 19 Mas clamaron á Jehová en su angustia, Y salvólos de sus aflicciones. 20 Envió su palabra, y curólos, Y librólos de su ruina. 21 Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres: 22 Y sacrifiquen sacrificios de alabanza, Y publiquen sus obras con júbilo. 23 Los que descienden á la mar en navíos, Y hacen negocio en las muchas aguas, 24 Ellos han visto las obras de Jehová, Y sus maravillas en el profundo. 25 El dijo, é hizo saltar el viento de la tempestad, Que levanta sus ondas. 26 Suben á los cielos, descienden á los abismos: Sus almas se derriten con el mal. 27 Tiemblan, y titubean como borrachos, Y toda su ciencia es perdida. 28 Claman empero á Jehová en su angustia, Y líbralos de sus aflicciones. 29 Hace parar la tempestad en sosiego, Y se apaciguan sus ondas. 30 Alégranse luego porque se reposaron; Y él los guía al puerto que deseaban. 31 Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres. 32 Y ensálcenlo en la congregación del pueblo; Y en consistorio de ancianos lo alaben. 33 El vuelve los ríos en desierto, Y los manantiales de las aguas en secadales; 34 La tierra fructífera en salados, Por la maldad de los que la habitan. 35 Vuelve el desierto en estanques de aguas, Y la tierra seca en manantiales. 36 Y allí aposenta á los hambrientos, Y disponen ciudad para habitación; 37 Y siembran campos, y plantan viñas, Y rinden crecido fruto. 38 Y los bendice, y se multiplican en gran manera; Y no disminuye sus bestias. 39 Y luego son menoscabados y abatidos A causa de tiranía, de males y congojas. 40 El derrama menosprecio sobre los príncipes, Y les hace andar errados, vagabundos, sin camino: 41 Y levanta al pobre de la miseria, Y hace multiplicar las familias como rebaños de ovejas. 42 Vean los rectos, y alégrense; Y toda maldad cierre su boca. 43 ¿Quién es sabio y guardará estas cosas, Y entenderá las misericordias de Jehová?
Capítulo 108
Canción: Salmo de David.
1 MI corazón está dispuesto, oh Dios; Cantaré y salmearé todavía en mi gloria. 2 Despiértate, salterio y arpa: Despertaré al alba. 3 Te alabaré, oh Jehová, entre los pueblos; A ti cantaré salmos entre las naciones. 4 Porque grande más que los cielos es tu misericordia, Y hasta los cielos tu verdad. 5 Ensálzate, oh Dios, sobre los cielos; Y sobre toda la tierra tu gloria. 6 Para que sean librados tus amados, Salva con tu diestra y respóndeme. 7 Dios habló por su santuario: alegraréme, Repartiré á Sichêm, y mediré el valle de Succoth. 8 Mío es Galaad, mío es Manasés; Y Eprhaim es la fortaleza de mi cabeza; Judá es mi legislador; 9 Moab, la vasija de mi lavatorio: Sobre Edom echaré mi calzado; Regocijaréme sobre Palestina. 10 ¿Quién me guiará á la ciudad fortalecida? ¿Quién me guiará hasta Idumea? 11 Ciertamente tú, oh Dios, que nos habías desechado; Y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos. 12 Danos socorro en la angustia: Porque mentirosa es la salud del hombre. 13 En Dios haremos proezas; Y él hollará nuestros enemigos.
Capítulo 109
Al Músico principal: Salmo de David.
1 OH Dios de mi alabanza, no calles; 2 Porque boca de impío y boca de engañador se han abierto sobre mí: Han hablado de mí con lengua mentirosa, 3 Y con palabras de odio me rodearon; Y pelearon contra mí sin causa. 4 En pago de mi amor me han sido adversarios: Mas yo oraba. 5 Y pusieron contra mí mal por bien, Y odio por amor. 6 Pon sobre él al impío: Y Satán esté á su diestra. 7 Cuando fuere juzgado, salga impío; Y su oración sea para pecado. 8 Sean sus días pocos: Tome otro su oficio. 9 Sean sus hijos huérfanos, Y su mujer viuda. 10 Y anden sus hijos vagabundos, y mendiguen; Y procuren su pan lejos de sus desolados hogares. 11 Enrede el acreedor todo lo que tiene, Y extraños saqueen su trabajo. 12 No tenga quien le haga misericordia; Ni haya quien tenga compasión de sus huérfanos. 13 Su posteridad sea talada; En segunda generación sea raído su nombre. 14 Venga en memoria cerca de Jehová la maldad de sus padres, Y el pecado de su madre no sea borrado. 15 Estén siempre delante de Jehová, Y él corte de la tierra su memoria. 16 Por cuanto no se acordo de hacer misericordia, Y persiguió al hombre afligido y menesteroso Y quebrantado de corazón, para matar lo. 17 Y amó la maldición, y vínole; Y no quiso la bendición, y ella se alejó de él. 18 Y vistióse de maldición como de su vestido, Y entró como agua en sus entrañas, Y como aceite en sus huesos. 19 Séale como vestido con que se cubra, Y en lugar de cinto con que se ciña siempre. 20 Este sea el pago de parte de Jehová de los que me calumnian, Y de los que hablan mal contra mi alma. 21 Y tú, Jehová Señor, haz conmigo por amor de tu nombre: Líbrame, porque tu misericordia es buena. 22 Porque yo estoy afligido y necesitado; Y mi corazón está herido dentro de mí. 23 Voime como la sombra cuando declina; Soy sacudido como langosta. 24 Mis rodillas están debilitadas á causa del ayuno, Y mi carne desfallecida por falta de gordura. 25 Yo he sido para ellos objeto de oprobio; Mirábanme, y meneaban su cabeza. 26 Ayúdame, Jehová Dios mío: Sálvame conforme á tu misericordia. 27 Y entiendan que ésta es tu mano; Que tú, Jehová, has hecho esto. 28 Maldigan ellos, y bendice tú: Levántense, mas sean avergonzados, y regocíjese tu siervo. 29 Sean vestidos de ignominia los que me calumnian; Y sean cubiertos de su confusión como con manto. 30 Yo alabaré á Jehová en gran manera con mi boca, Y le loaré en medio de muchos. 31 Porque él se pondrá á la diestra del pobre, Para librar su alma de los que le juzgan.
Capítulo 110
Salmo de David.
1 JEHOVÁ dijo á mi Señor: Siéntate á mi diestra, En tanto que pongo tus enemigos por estrado de tus pies. 2 La vara de tu fortaleza enviará Jehová desde Sión: Domina en medio de tus enemigos. 3 Tu pueblo serálo de buena voluntad en el día de tu poder, En la hermosura de la santidad: desde el seno de la aurora, Tienes tú el rocío de tu juventud. 4 Juró Jehová, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre Según el orden de Melchîsedech. 5 El Señor á tu diestra Herirá á los reyes en el día de su furor: 6 Juzgará en las gentes, Llenará las de cadáveres: Herirá las cabezas en muchas tierras. 7 Del arroyo beberá en el camino: Por lo cual levantará cabeza.
Capítulo 111
Aleluya.
1 ALABARÉ á Jehová con todo el corazón, En la compañía y congregación de los rectos. 2 Grandes son las obras de Jehová; Buscadas de todos los que las quieren. 3 Gloria y hermosura es su obra; Y su justicia permanece para siempre. 4 Hizo memorables sus maravillas: Clemente y misericordioso es Jehová. 5 Dió mantenimiento á los que le temen; Para siempre se acordará de su pacto. 6 El poder de sus obras anunció á su pueblo, Dándole la heredad de las gentes. 7 Las obras de sus manos son verdad y juicio: Fieles son todos sus mandamientos; 8 Afirmados por siglo de siglo, Hechos en verdad y en rectitud. 9 Redención ha enviado á su pueblo; Para siempre ha ordenado su pacto: Santo y terrible es su nombre. 10 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová: Buen entendimiento tienen cuantos ponen aquéllos por obra: Su loor permanece para siempre.
Capítulo 112
Aleluya.
1 BIENAVENTURADO el hombre que teme á Jehová, Y en sus mandamientos se deleita en gran manera. 2 Su simiente será poderosa en la tierra: La generación de los rectos será bendita. 3 Hacienda y riquezas hay en su casa; Y su justicia permanece para siempre. 4 Resplandeció en las tinieblas luz á los rectos: Es clemente, y misericordioso, y justo. 5 El hombre de bien tiene misericordia y presta; Gobierna sus cosas con juicio. 6 Por lo cual no resbalará para siempre: En memoria eterna será el justo. 7 De mala fama no tendrá temor: Su corazón está apercibido, confiado en Jehová. 8 Asentado está su corazón, no temerá, Hasta que vea en sus enemigos su deseo. 9 Esparce, da á los pobres: Su justicia permanece para siempre; Su cuerno será ensalzado en gloria. 10 Verálo el impío, y se despechará; Crujirá los dientes, y se repudrirá: Perecerá el deseo de los impíos.
Capítulo 113
Aleluya.
1 ALABAD, siervos de Jehová, Alabad el nombre de Jehová. 2 Sea el nombre de Jehová bendito, Desde ahora y para siempre. 3 Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, Sea alabado el nombre de Jehová. 4 Alto sobre todas las naciones es Jehová; Sobre los cielos su gloria. 5 ¿Quién como Jehová nuestro Dios, Que ha enaltecido su habitación, 6 Que se humilla á mirar En el cielo y en la tierra? 7 El levanta del polvo al pobre, Y al menesteroso alza del estiércol, 8 Para hacerlos sentar con los príncipes, Con los príncipes de su pueblo. 9 El hace habitar en familia á la estéril, Gozosa en ser madre de hijos. Aleluya.
Capítulo 114
1 CUANDO salió Israel de Egipto, La casa de Jacob del pueblo bárbaro, 2 Judá fué su consagrada heredad, Israel su señorío. 3 La mar vió, y huyó; El Jordán se volvió atrás. 4 Los montes saltaron como carneros: Los collados como corderitos. 5 ¿Qué tuviste, oh mar, que huiste? ¿Y tú, oh Jordán, que te volviste atrás? 6 Oh montes, ¿por qué saltasteis como carneros, Y vosotros, collados, como corderitos? 7 A la presencia del Señor tiembla la tierra, A la presencia del Dios de Jacob; 8 El cual tornó la peña en estanque de aguas, Y en fuente de aguas la roca.
Capítulo 115
1 NO á nosotros, oh Jehová, no á nosotros, Sino á tu nombre da gloria; Por tu misericordia, por tu verdad. 2 Por qué dirán las gentes: ¿Dónde está ahora su Dios? 3 Y nuestro Dios está en los cielos: Todo lo que quiso ha hecho. 4 Sus ídolos son plata y oro, Obra de manos de hombres. 5 Tienen boca, mas no hablarán; Tienen ojos, mas no verán; 6 Orejas tienen, mas no oirán; Tienen narices, mas no olerán; 7 Manos tienen, mas no palparán; Tienen pies, mas no andarán; No hablarán con su garganta. 8 Como ellos son los que los hacen; Cualquiera que en ellos confía. 9 Oh Israel, confía en Jehová: El es su ayuda y su escudo. 10 Casa de Aarón, confiad en Jehová: El es su ayuda y su escudo. 11 Los que teméis á Jehová, confiad en Jehová: El es su ayuda y su escudo. 12 Jehová se acordó de nosotros: nos bendecirá: Bendecirá á la casa de Israel; Bendecirá á la casa de Aarón. 13 Bendecirá á los que temen á Jehová; A chicos y á grandes. 14 Acrecentará Jehová bendición sobre vosotros; Sobre vosotros y sobre vuestros hijos. 15 Benditos vosotros de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra. 16 Los cielos son los cielos de Jehová: Y ha dado la tierra á los hijos de los hombres. 17 No alabarán los muertos á JAH, Ni cuantos descienden al silencio; 18 Mas nosotros bendeciremos á JAH, Desde ahora para siempre. Aleluya.
Capítulo 116
1 AMO á Jehová, pues ha oído Mi voz y mis súplicas. 2 Porque ha inclinado á mí su oído, Invocaré le por tanto en todos mis días. 3 Rodeáronme los dolores de la muerte, Me encontraron las angustias del sepulcro: Angustia y dolor había yo hallado. 4 Entonces invoqué el nombre de Jehová, diciendo: Libra ahora, oh Jehová, mi alma. 5 Clemente es Jehová y justo; Sí, misericordioso es nuestro Dios. 6 Jehová guarda á los sinceros: Estaba yo postrado, y salvóme. 7 Vuelve, oh alma mía, á tu reposo; Porque Jehová te ha hecho bien. 8 Pues tú has librado mi alma de la muerte, Mis ojos de lágrimas, Y mis pies de desbarrar. 9 Andaré delante de Jehová En la tierra de los vivientes. 10 Creí; por tanto hablé, Estando afligido en gran manera. 11 Y dije en mi apresuramiento: Todo hombre es mentiroso. 12 ¿Qué pagaré á Jehová Por todos sus beneficios para conmigo? 13 Tomaré la copa de la salud, E invocaré el nombre de Jehová. 14 Ahora pagaré mis votos á Jehová Delante de todo su pueblo. 15 Estimada es en los ojos de Jehová La muerte de sus santos. 16 Oh Jehová, que yo soy tu siervo, Yo tu siervo, hijo de tu sierva: Rompiste mis prisiones. 17 Te ofreceré sacrificio de alabanza, E invocaré el nombre de Jehová. 18 A Jehová pagaré ahora mis votos Delante de todo su pueblo; 19 En los atrios de la casa de Jehová, En medio de ti, oh Jerusalem. Aleluya.
Capítulo 117
1 ALABAD á Jehová, naciones todas; Pueblos todos, alabadle. 2 Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia; Y la verdad de Jehová es para siempre. Aleluya.
Capítulo 118
1 ALABAD á Jehová, porque es bueno; Porque para siempre es su misericordia. 2 Diga ahora Israel: Que para siempre es su misericordia. 3 Diga ahora la casa de Aarón: Que para siempre es su misericordia. 4 Digan ahora los que temen á Jehová: Que para siempre es su misericordia. 5 Desde la angustia invoqué á JAH; Y respondióme JAH, poniéndome en anchura. 6 Jehová está por mí: no temeré Lo que me pueda hacer el hombre. 7 Jehová está por mí entre los que me ayudan: Por tanto yo veré mi deseo en los que me aborrecen. 8 Mejor es esperar en Jehová Que esperar en hombre. 9 Mejor es esperar en Jehová Que esperar en príncipes. 10 Todas las gentes me cercaron: En nombre de Jehová, que yo los romperé. 11 Cercáronme y asediáronme: En nombre de Jehová, que yo los romperé. 12 Cercáronme como abejas; fueron apagados como fuegos de espinos: En nombre de Jehová, que yo los romperé. 13 Empujásteme con violencia para que cayese: Empero ayudóme Jehová. 14 Mi fortaleza y mi canción es JAH; Y él me ha sido por salud. 15 Voz de júbilo y de salvación hay en las tiendas de los justos: La diestra de Jehová hace proezas. 16 La diestra de Jehová sublime: La diestra de Jehová hace valentías. 17 No moriré, sino que viviré, Y contaré las obras de JAH. 18 Castigóme gravemente JAH: Mas no me entregó á la muerte. 19 Abridme las puertas de la justicia: Entraré por ellas, alabaré á JAH. 20 Esta puerta de Jehová, Por ella entrarán los justos. 21 Te alabaré porque me has oído, Y me fuiste por salud. 22 La piedra que desecharon los edificadores, Ha venido á ser cabeza del ángulo. 23 De parte de Jehová es esto: Es maravilla en nuestros ojos. 24 Este es el día que hizo Jehová Nos gozaremos y alegraremos en él. 25 Oh Jehová, salva ahora, te ruego: Oh Jehová, ruégote hagas prosperar ahora. 26 Bendito el que viene en nombre de Jehová: Desde la casa de Jehová os bendecimos. 27 Dios es Jehová que nos ha resplandecido: Atad víctimas con cuerdas á los cuernos del altar. 28 Mi Dios eres tú, y á ti alabaré: Dios mío, á ti ensalzaré. 29 Alabad á Jehová porque es bueno; Porque para siempre es su misericordia.
Capítulo 119
ALEPH
1 BIENAVENTURADOS los perfectos de camino; Los que andan en la ley de Jehová. 2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios, Y con todo el corazón le buscan: 3 Pues no hacen iniquidad Los que andan en sus caminos. 4 Tú encargaste Que sean muy guardados tus mandamientos. 5 ¡Ojalá fuesen ordenados mis caminos A observar tus estatutos! 6 Entonces no sería yo avergonzado, Cuando atendiese á todos tus mandamientos. 7 Te alabaré con rectitud de corazón, Cuando aprendiere los juicios de tu justicia. 8 Tus estatutos guardaré: No me dejes enteramente.
BETH
9 ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. 10 Con todo mi corazón te he buscado: No me dejes divagar de tus mandamientos. 11 En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti. 12 Bendito tú, oh Jehová: Enséñame tus estatutos. 13 Con mis labios he contado Todos los juicios de tu boca. 14 Heme gozado en el camino de tus testimonios, Como sobre toda riqueza. 15 En tus mandamientos meditaré, Consideraré tus caminos. 16 Recrearéme en tus estatutos: No me olvidaré de tus palabras.
GIMEL
17 Haz bien á tu siervo; que viva Y guarde tu palabra. 18 Abre mis ojos, y miraré Las maravillas de tu ley. 19 Advenedizo soy yo en la tierra: No encubras de mí tus mandamientos. 20 Quebrantada está mi alma de desear Tus juicios en todo tiempo. 21 Destruiste á los soberbios malditos, Que se desvían de tus mandamientos. 22 Aparta de mí oprobio y menosprecio; Porque tus testimonios he guardado. 23 Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí: Mas tu siervo meditaba en tus estatutos. 24 Pues tus testimonios son mis deleites, Y mis consejeros.
DALETH
25 Pegóse al polvo mi alma: Vivifícame según tu palabra. 26 Mis caminos te conté, y me has respondido: Enséñame tus estatutos. 27 Hazme entender el camino de tus mandamientos, Y hablaré de tus maravillas. 28 Deshácese mi alma de ansiedad: Corrobórame según tu palabra. 29 Aparta de mí camino de mentira; Y hazme la gracia de tu ley. 30 Escogí el camino de la verdad; He puesto tus juicios delante de mí. 31 Allegádome he á tus testimonios; Oh Jehová, no me avergüences. 32 Por el camino de tus mandamientos correré, Cuando ensanchares mi corazón.
HE
33 Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos, Y guardarélo hasta el fin. 34 Dame entendimiento, y guardaré tu ley; Y la observaré de todo corazón. 35 Guíame por la senda de tus mandamientos; Porque en ella tengo mi voluntad. 36 Inclina mi corazón á tus testimonios, Y no á la avaricia. 37 Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino. 38 Confirma tu palabra á tu siervo, Que te teme. 39 Quita de mí el oprobio que he temido: Porque buenos son tus juicios. 40 He aquí yo he codiciado tus mandamientos: Vivifícame en tu justicia.
VAV
41 Y venga á mí tu misericordia, oh Jehová; Tu salud, conforme á tu dicho. 42 Y daré por respuesta á mi avergonzador, Que en tu palabra he confiado. 43 Y no quites de mi boca en nigún tiempo la palabra de verdad; Porque á tu juicio espero. 44 Y guardaré tu ley siempre, Por siglo de siglo. 45 Y andaré en anchura, Porque busqué tus mandamientos. 46 Y hablaré de tus testimonios delante de los reyes, Y no me avergonzaré. 47 Y deleitaréme en tus mandamientos, Que he amado. 48 Alzaré asimismo mis manos á tus mandamientos que amé; Y meditaré en tus estatutos.
ZAYIN
49 Acuérdate de la palabra dada á tu siervo, En la cual me has hecho esperar. 50 Esta es mi consuelo en mi aflicción: Porque tu dicho me ha vivificado. 51 Los soberbios se burlaron mucho de mí: Mas no me he apartado de tu ley. 52 Acordéme, oh Jehová, de tus juicios antiguos, Y consoléme. 53 Horror se apoderó de mí, á causa De los impíos que dejan tu ley. 54 Cánticos me fueron tus estatutos En la mansión de mis peregrinaciones. 55 Acordéme en la noche de tu nombre, oh Jehová, Y guardé tu ley. 56 Esto tuve, Porque guardaba tus mandamientos.
JET
57 Mi porción, oh Jehová, Dije, será guardar tus palabras. 58 Tu presencia supliqué de todo corazón: Ten misericordia de mí según tu palabra. 59 Consideré mis caminos, Y torné mis pies á tus testimonios. 60 Apresuréme, y no me retardé En guardar tus mandamientos. 61 Compañía de impíos me han robado: Mas no me he olvidado de tu ley. 62 A media noche me levantaba á alabarte Sobre los juicios de tu justicia. 63 Compañero soy yo de todos los que te temieren Y guardaren tus mandamientos. 64 De tu misericordia, oh Jehová, está llena la tierra: Enséñame tus estatutos.
TETH
65 Bien has hecho con tu siervo, Oh Jehová, conforme á tu palabra. 66 Enséñame bondad de sentido y sabiduría; Porque tus mandamientos he creído. 67 Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; Mas ahora guardo tu palabra. 68 Bueno eres tú, y bienhechor: Enséñame tus estatutos. 69 Contra mí forjaron mentira los soberbios: Mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos. 70 Engrasóse el corazón de ellos como sebo; Mas yo en tu ley me he deleitado. 71 Bueno me es haber sido humillado, Para que aprenda tus estatutos. 72 Mejor me es la ley de tu boca, Que millares de oro y plata.
YOD
73 Tus manos me hicieron y me formaron: Hazme entender, y aprenderé tus mandamientos. 74 Los que te temen, me verán, y se alegrarán; Porque en tu palabra he esperado. 75 Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justicia, Y que conforme á tu fidelidad me afligiste. 76 Sea ahora tu misericordia para consolarme, Conforme á lo que has dicho á tu siervo. 77 Vengan á mí tus misericordias, y viva; Porque tu ley es mi deleite. 78 Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado: Yo empero, meditaré en tus mandamientos. 79 Tórnense á mí los que te temen Y conocen tus testimonios. 80 Sea mi corazón íntegro en tus estatutos; Porque no sea yo avergonzado.
KAF
81 Desfallece mi alma por tu salud, Esperando en tu palabra. 82 Desfallecieron mis ojos por tu palabra, Diciendo: ¿Cuándo me consolarás? 83 Porque estoy como el odre al humo; Mas no he olvidado tus estatutos. 84 ¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen? 85 Los soberbios me han cavado hoyos; Mas no obran según tu ley. 86 Todos tus mandamientos son verdad: Sin causa me persiguen; ayúdame. 87 Casi me han echado por tierra: Mas yo no he dejado tus mandamientos. 88 Vivifícame conforme á tu misericordia; Y guardaré los testimonios de tu boca.
LAMED
89 Para siempre, oh Jehová, Permenece tu palabra en los cielos. 90 Por generación y generación es tu verdad: Tú afirmaste la tierra, y persevera. 91 Por tu ordenación perseveran hasta hoy las cosas criadas; Porque todas ellas te sirven. 92 Si tu ley no hubiese sido mis delicias, Ya en mi aflicción hubiera perecido. 93 Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos; Porque con ellos me has vivificado. 94 Tuyo soy yo, guárdame; Porque he buscado tus mandamientos. 95 Los impíos me han aguardado para destruirme: Mas yo entenderé en tus testimonios. 96 A toda perfección he visto fin: Ancho sobremanera es tu mandamiento.
MEM
97 ¡Cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación. 98 Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos; Porque me son eternos. 99 Más que todos mis enseñadores he entendido: Porque tus testimonios son mi meditación. 100 /> Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos. 101 De todo mal camino contuve mis pies, Para guardar tu palabra. 102 No me aparté de tus juicios; Porque tú me enseñaste. 103 ¡Cuán dulces son á mi paladar tus palabras! Más que la miel á mi boca. 104 De tus mandamientos he adquirido inteligencia: Por tanto he aborrecido todo camino de mentira.
NUN
105 Lámpara es á mis pies tu palabra, Y lumbrera á mi camino. 106 Juré y ratifiqué El guardar los juicios de tu justicia. 107 Afligido estoy en gran manera: oh Jehová, Vivifícame conforme á tu palabra. 108 Ruégote, oh Jehová, te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca; Y enséñame tus juicios. 109 De continuo está mi alma en mi mano: Mas no me he olvidado de tu ley. 110 Pusiéronme lazo los impíos: Empero yo no me desvié de tus mandamientos. 111 Por heredad he tomado tus testimonios para siempre; Porque son el gozo de mi corazón. 112 Mi corazón incliné á poner por obra tus estatutos De continuo, hasta el fin.
SAMECH
113 Los pensamientos vanos aborrezco; Mas amo tu ley. 114 Mi escondedero y mi escudo eres tú: En tu palabra he esperado. 115 Apartaos de mí, malignos; Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios. 116 Susténtame conforme á tu palabra, y viviré: Y no me avergüences de mi esperanza. 117 Sosténme, y seré salvo; Y deleitaréme siempre en tus estatutos. 118 Hollaste á todos los que se desvían de tus estatutos: Porque mentira es su engaño. 119 Como escorias hiciste consumir á todos los impíos de la tierra: Por tanto yo he amado tus testimonios. 120 Mi carne se ha extremecido por temor de ti; Y de tus juicios tengo miedo.
AIN
121 Juicio y justicia he hecho; No me dejes á mis opresores. 122 Responde por tu siervo para bien: No me hagan violencia los soberbios. 123 Mis ojos desfallecieron por tu salud, Y por el dicho de tu justicia. 124 Haz con tu siervo según tu misericordia, Y enséñame tus estatutos. 125 Tu siervo soy yo, dame entendimiento; Para que sepa tus testimonios. 126 Tiempo es de hacer, oh Jehová; Disipado han tu ley. 127 Por eso he amado tus mandamientos Más que el oro, y más que oro muy puro. 128 Por eso todos los mandamientos de todas las cosas estimé rectos: Aborrecí todo camino de mentira.
PE
129 Maravillosos son tus testimonios: Por tanto los ha guardado mi alma. 130 El principio de tus palabras alumbra; Hace entender á los simples. 131 Mi boca abrí y suspiré; Porque deseaba tus mandamientos. 132 Mírame, y ten misericordia de mí, Como acostumbras con los que aman tu nombre. 133 Ordena mis pasos con tu palabra; Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí. 134 Redímeme de la violencia de los hombres; Y guardaré tus mandamientos. 135 Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo; Y enséñame tus estatutos. 136 Ríos de agua descendieron de mis ojos, Porque no guardaban tu ley.
TZADDI
137 Justo eres tú, oh Jehová, Y rectos tus juicios. 138 Tus testimonios, que has recomendado, Son rectos y muy fieles. 139 Mi celo me ha consumido; Porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras. 140 Sumamente acendrada es tu palabra; Y la ama tu siervo. 141 Pequeño soy yo y desechado; Mas no me he olvidado de tus mandamientos. 142 Tu justicia es justicia eterna, Y tu ley la verdad. 143 Aflicción y angustia me hallaron: Mas tus mandamientos fueron mis deleites. 144 Justicia eterna son tus testimonios; Dame entendimiento, y viviré.
COPY
145 Clamé con todo mi corazón; respóndeme, Jehová, Y guardaré tus estatutos. 146 A ti clamé; sálvame, Y guardaré tus testimonios. 147 Anticipéme al alba, y clamé: Esperé en tu palabra. 148 Previnieron mis ojos las vigilias de la noche, Para meditar en tus dichos. 149 Oye mi voz conforme á tu misericordia; Oh Jehová, vivifícame conforme á tu juicio. 150 Acercáronse á la maldad los que me persiguen; Alejáronse de tu ley. 151 Cercano estás tú, oh Jehová; Y todos tus mandamientos son verdad. 152 Ya ha mucho que he entendido de tus mandamientos, Que para siempre los fundaste.
RESH
153 Mira mi aflicción, y líbrame; Porque de tu ley no me he olvidado. 154 Aboga mi causa, y redímeme: Vivifícame con tu dicho. 155 Lejos está de los impíos la salud; Porque no buscan tus estatutos. 156 Muchas son tus misericordias, oh Jehová: Vivifícame conforme á tus juicios. 157 Muchos son mis perseguidores y mis enemigos; Mas de tus testimonios no me he apartado. 158 Veía á los prevaricadores, y carcomíame; Porque no guardaban tus palabras. 159 Mira, oh Jehová, que amo tus mandamientos: Vivifícame conforme á tu misericordia. 160 El principio de tu palabra es verdad; Y eterno es todo juicio de tu justicia.
SIN
161 Príncipes me han perseguido sin causa; Mas mi corazón tuvo temor de tus palabras. 162 Gózome yo en tu palabra, Como el que halla muchos despojos. 163 La mentira aborrezco y abomino: Tu ley amo. 164 Siete veces al día te alabo Sobre los juicios de tu justicia. 165 Mucha paz tienen los que aman tu ley; Y no hay para ellos tropiezo. 166 Tu salud he esperado, oh Jehová; Y tus mandamientos he puesto por obra. 167 Mi alma ha guardado tus testimonios, Y helos amado en gran manera. 168 Guardado he tus mandamientos y tus testimonios; Porque todos mis caminos están delante de ti.
TAU
169 Acérquese mi clamor delante de ti, oh Jehová: Dame entendimiento conforme á tu palabra. 170 Venga mi oración delante de ti: Líbrame conforme á tu dicho. 171 Mis labios rebosarán alabanza, Cuando me enseñares tus estatutos. 172 Hablará mi lengua tus dichos; Porque todos tus mandamientos son justicia. 173 Sea tu mano en mi socorro; Porque tus mandamientos he escogido. 174 Deseado he tu salud, oh Jehová; Y tu ley es mi delicia. 175 Viva mi alma y alábete; Y tus juicios me ayuden. 176 Yo anduve errante como oveja extraviada; busca á tu siervo; Porque no me he olvidado de tus mandamientos.
Capítulo 120
Cántico gradual.
1 A JEHOVÁ llamé estando en angustia, Y él me respondió. 2 Libra mi alma, oh Jehová, de labio mentiroso, De la lengua fraudulenta. 3 ¿Qué te dará, ó qué te aprovechará, Oh lengua engañosa? 4 Agudas saetas de valiente, Con brasas de enebro. 5 ¡Ay de mí, que peregrino en Mesech, Y habito entre las tiendas de Kedar! 6 Mucho se detiene mi alma Con los que aborrecen la paz. 7 Yo soy pacífico: Mas ellos, así que hablo, me hacen guerra.
Capítulo 121
Cántico gradual.
1 ALZARÉ mis ojos á los montes, De donde vendrá mi socorro. 2 Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra. 3 No dará tu pie al resbaladero; Ni se dormirá el que te guarda. 4 He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda á Israel. 5 Jehová es tu guardador: Jehová es tu sombra á tu mano derecha. 6 El sol no te fatigará de día, Ni la luna de noche. 7 Jehová te guardará de todo mal: El guardará tu alma. 8 Jehová guardará tu salida y tu entrada, Desde ahora y para siempre.
Capítulo 122
Cántico gradual: de David.
1 YO me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos. 2 Nuestros pies estuvieron En tus puertas, oh Jerusalem; 3 Jerusalem, que se ha edificado Como una ciudad que está bien unida entre sí. 4 Y allá subieron las tribus, las tribus de JAH, Conforme al testimonio dado á Israel, Para alabar el nombre de Jehová. 5 Porque allá están las sillas del juicio, Las sillas de la casa de David. 6 Pedid la paz de Jerusalem: Sean prosperados los que te aman. 7 Haya paz en tu antemuro, Y descanso en tus palacios. 8 Por amor de mis hermanos y mis compañeros Hablaré ahora paz de ti. 9 A causa de la casa de Jehová nuestro Dios, Buscaré bien para ti.
Capítulo 123
Cántico gradual.
1 A TI que habitas en los cielos, Alcé mis ojos. 2 He aquí como los ojos de los siervos miran á la mano de sus señores, Y como los ojos de la sierva á la mano de su señora; Así nuestros ojos miran á Jehová nuestro Dios, Hasta que haya misericordia de nosotros. 3 Ten misericordia de nosotros, oh Jehová, ten misericordia de nosotros; Porque estamos muy hartos de menosprecio. 4 Muy harta está nuestra alma Del escarnio de los holgados, Y del menosprecio de los soberbios.
Capítulo 124
Cántico gradual: de David.
1 A NO haber estado Jehová por nosotros, Diga ahora Israel; 2 A no haber estado Jehová por nosotros, Cuando se levantaron contra nosotros los hombres, 3 Vivos nos habrían entonces tragado, Cuando se encendió su furor en nosotros. 4 Entonces nos habrían inundado las aguas; Sobre nuestra alma hubiera pasado el torrente: 5 Hubieran entonces pasado sobre nuestra alma las aguas soberbias. 6 Bendito Jehová, Que no nos dió por presa á sus dientes. 7 Nuestra alma escapó cual ave del lazo de los cazadores: Quebróse el lazo, y escapamos nosotros. 8 Nuestro socorro es en el nombre de Jehová, Que hizo el cielo y la tierra.
Capítulo 125
Cántico gradual.
1 LOS que confían en Jehová Son como el monte de Sión que no deslizará: estará para siempre. 2 Como Jerusalem tiene montes alrededor de ella, Así Jehová alrededor de su pueblo Desde ahora y para siempre. 3 Porque no reposará la vara de la impiedad sobre la suerte de los justos; Porque no extiendan los justos sus manos á la iniquidad. 4 Haz bien, oh Jehová, á los buenos, Y á los que son rectos en sus corazones. 5 Mas á los que se apartan tras sus perversidades, Jehová los llevará con los que obran iniquidad: Y paz sea sobre Israel.
Capítulo 126
Cántico gradual.
1 CUANDO Jehová hiciere tornar la cautividad de Sión, Seremos como los que sueñan. 2 Entonces nuestra boca se henchirá de risa, Y nuestra lengua de alabanza; Entonces dirán entre las gentes: Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos. 3 Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; Estaremos alegres. 4 Haz volver nuestra cautividad oh Jehová, Como los arroyos en el austro. 5 Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. 6 Irá andando y llorando el que lleva la preciosa simiente; Mas volverá á venir con regocijo, trayendo sus gavillas.
Capítulo 127
Cántico gradual: para Salomón.
1 SI Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican: Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guarda. 2 Por demás os es el madrugar á levantaros, el veniros tarde á reposar, El comer pan de dolores: Pues que á su amado dará Dios el sueño. 3 He aquí, heredad de Jehová son los hijos: Cosa de estima el fruto del vientre. 4 Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud. 5 Bienaventurado el hombre que hinchió su aljaba de ellos: No será avergonzado Cuando hablare con los enemigos en la puerta.
Capítulo 128
Cántico gradual.
1 BIENAVENTURADO todo aquel que teme á Jehová, Que anda en sus caminos. 2 Cuando comieres el trabajo de tus manos, Bienaventurado tú, y tendrás bien. 3 Tu mujer será como parra que lleva fruto á los lados de tu casa; Tus hijos como plantas de olivas alrededor de tu mesa. 4 He aquí que así será bendito el hombre Que teme á Jehová. 5 Bendígate Jehová desde Sión, Y veas el bien de Jerusalem todos los días de tu vida. 6 Y veas los hijos de tus hijos, Y la paz sobre Israel.
Capítulo 129
Cántico gradual.
1 MUCHO me han angustiado desde mi juventud, Puede decir ahora Israel; 2 Mucho me han angustiado desde mi juventud; Mas no prevalecieron contra mí. 3 Sobre mis espaldas araron los aradores: Hicieron largos surcos. 4 Jehová es justo; Cortó las coyundas de los impíos. 5 Serán avergonzados y vueltos atrás Todos los que aborrecen á Sión. 6 Serán como la hierba de los tejados, Que se seca antes que crezca: 7 De la cual no hinchió segador su mano, Ni sus brazos el que hace gavillas. 8 Ni dijeron los que pasaban: Bendición de Jehová sea sobre vosotros; Os bendecimos en el nombre de Jehová.
Capítulo 130
Cántico gradual.
1 DE los profundos, oh Jehová, á ti clamo. 2 Señor, oye mi voz; Estén atentos tus oídos A la voz de mi súplica. 3 JAH, si mirares á los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse? 4 Empero hay perdón cerca de ti, Para que seas temido. 5 Esperé yo á Jehová, esperó mi alma; En su palabra he esperado. 6 Mi alma espera á Jehová Más que los centinelas á la mañana. Más que los vigilantes á la mañana. 7 Espere Israel á Jehová; Porque en Jehová hay misericordia. Y abundante redención con él. 8 Y él redimirá á Israel De todos sus pecados.
Capítulo 131
Cántico gradual: de David.
1 JEHOVÁ, no se ha envanecido mi corazón, ni mis ojos se enaltecieron; Ni anduve en grandezas, Ni en cosas para mí demasiado sublimes. 2 En verdad que me he comportado y he acallado mi alma, Como un niño destetado de su madre: Como un niño destetado está mi alma. 3 Espera, oh Israel, en Jehová Desde ahora y para siempre.
Capítulo 132
Cántico gradual.
1 ACUÉRDATE, oh Jehová, de David, Y de toda su aflicción; 2 Que juró él á Jehová, Prometió al Fuerte de Jacob: 3 No entraré en la morada de mi casa, Ni subiré sobre el lecho de mi estrado; 4 No daré sueño á mis ojos, Ni á mis párpados adormecimiento. 5 Hasta que halle lugar para Jehová, Moradas para el Fuerte de Jacob. 6 He aquí, en Ephrata oímos de ella: Hallamósla en los campos del bosque. 7 Entraremos en sus tiendas; Encorvarnos hemos al estrado de sus pies. 8 Levántate, oh Jehová, á tu reposo; Tú y el arca de tu fortaleza. 9 Tus sacerdotes se vistan de justicia, Y regocíjense tus santos. 10 Por amor de David tu siervo No vuelvas de tu ungido el rostro. 11 En verdad juró Jehová á David, No se apartará de ellos: Del fruto de tu vientre pondré sobre tu trono. 12 Si tus hijos guardaren mi alianza, Y mi testimonio que yo les enseñaré, Sus hijos también se sentarán sobre tu trono para siempre. 13 Porque Jehová ha elegido á Sión; Deseóla por habitación para sí. 14 Este es mi reposo para siempre: Aquí habitaré, porque la he deseado. 15 A su mantenimiento daré bendición: Sus pobres saciaré de pan. 16 Asimismo vestiré á sus sacerdotes de salud, Y sus santos darán voces de júbilo. 17 Allí haré reverdecer el cuerno de David: He prevenido lámpara á mi ungido. 18 A sus enemigos vestiré de confusión: Mas sobre él florecerá su corona.
Capítulo 133
Cántico gradual: de David.
1 ¡MIRAD cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos igualmente en uno! 2 Es como el buen óleo sobre la cabeza, El cual desciende sobre la barba, La barba de Aarón, Y que baja hasta el borde de sus vestiduras; 3 Como el rocío de Hermón, Que desciende sobre los montes de Sión: Porque allí envía Jehová bendición, Y vida eterna.
Capítulo 134
Cántico gradual.
1 MIRAD, bendecid á Jehová, Vosotros todos los siervos de Jehová, Los que en la casa de Jehová estáis por las noches. 2 Alzad vuestras manos al santuario, Y bendecid á Jehová. 3 Bendígate Jehová desde Sión, El cual ha hecho los cielos y la tierra.
Capítulo 135
Aleluya.
1 ALABAD el nombre de Jehová; Alabad le, siervos de Jehová; 2 Los que estáis en la casa de Jehová, En los atrios de la casa de nuestro Dios. 3 Alabad á JAH, porque es bueno Jehová: Cantad salmos á su nombre, porque es suave. 4 Porque JAH ha escogido á Jacob para sí, A Israel por posesión suya. 5 Porque yo se que Jehová es grande, Y el Señor nuestro, mayor que todos los dioses. 6 Todo lo que quiso Jehová, ha hecho En los cielos y en la tierra, en las mares y en todos los abismos. 7 El hace subir las nubes del cabo de la tierra; El hizo los relámpagos para la lluvia; El saca los vientos de sus tesoros. 8 El es el que hirió los primogénitos de Egipto, Desde el hombre hasta la bestia. 9 Envió señales y prodigios en medio de ti, oh Egipto, Sobre Faraón, y sobre todos sus siervos. 10 El que hirió muchas gentes, Y mató reyes poderosos: 11 A Sehón rey Amorrheo, Y á Og rey de Basán, Y á todos los reinos de Canaán. 12 Y dió la tierra de ellos en heredad, En heredad á Israel su pueblo. 13 Oh Jehová, eterno es tu nombre; Tu memoria, oh Jehová para generación y generación. 14 Porque juzgará Jehová su pueblo, Y arrepentiráse sobre sus siervos. 15 Los ídolos de las gentes son plata y oro, Obra de manos de hombres. 16 Tienen boca, y no hablan; Tienen ojos, y no ven; 17 Tienen orejas, y no oyen; Tampoco hay espíritu en sus bocas. 18 Como ellos son los que los hacen; Todos los que en ellos confían. 19 Casa de Israel, bendecid á Jehová: Casa de Aarón, bendecid á Jehová: 20 Casa de Leví, bendecid á Jehová: Los que teméis á Jehová, bendecid á Jehová: 21 Bendito de Sión Jehová, Que mora en Jerusalem. Aleluya.
Capítulo 136
1 ALABAD á Jehová, porque es bueno; Porque para siempre es su misericordia. 2 Alabad al Dios de los dioses, Porque para siempre es su misericordia. 3 Alabad al Señor de los señores, Porque para siempre es su misericordia. 4 Al solo que hace grandes maravillas, Porque para siempre es su misericordia. 5 Al que hizo los cielos con entendimiento, Porque para siempre es su misericordia. 6 Al que tendió la tierra sobre las aguas, Porque para siempre es su misericordia; 7 Al que hizo las grandes luminarias, Porque para siempre es su misericordia; 8 El sol para que dominase en el día, Porque para siempre es su misericordia; 9 La luna y las estrellas para que dominasen en la noche, Porque para siempre es su misericordia. 10 Al que hirió á Egipto en sus primogénitos, Porque para siempre es su misericordia. 11 Al que sacó á Israel de en medio de ellos, Porque para siempre es su misericordia; 12 Con mano fuerte, y brazo extendido, Porque para siempre es su misericordia. 13 Al que dividió el mar Bermejo en partes, Porque para siempre es su misericordia; 14 E hizo pasar á Israel por medio de él, Porque para siempre es su misericordia; 15 Y arrojó á Faraón y á su ejército en el mar Bermejo, Porque para siempre es su misericordia. 16 Al que pastoreó á su pueblo por el desierto, Porque para siempre es su misericordia. 17 Al que hirió grandes reyes, Porque para siempre es su misericordia; 18 Y mató reyes poderosos, Porque para siempre es su misericordia; 19 A Sehón rey Amorrheo, Porque para siempre es su misericordia, 20 Y á Og rey de Basán, Porque para siempre es su misericordia; 21 Y dió la tierra de ellos en heredad, Porque para siempre es su misericordia; 22 En heredad á Israel su siervo, Porque para siempre es su misericordia. 23 El es el que en nuestro abatimiento se acordó de nosotros, Porque para siempre es su misericordia; 24 Y nos rescató de nuestros enemigos, Porque para siempre es su misericordia. 25 El da mantenimiento á toda carne, Porque para siempre es su misericordia. 26 Alabad al Dios de los cielos: Porque para siempre es su misericordia.
Capítulo 137
1 JUNTO á los ríos de Babilonia, Allí nos sentábamos, y aun llorábamos, Acordándonos de Sión. 2 Sobre los sauces en medio de ella Colgamos nuestras arpas. 3 Y los que allí nos habían llevado cautivos nos pedían que cantásemos, Y los que nos habían desolado nos pedían alegría, diciendo: 4 Cantadnos algunos de los himnos de Sión. ¿Cómo cantaremos canción de Jehová En tierra de extraños? 5 Si me olvidare de ti, oh Jerusalem, Mi diestra sea olvidada. 6 Mi lengua se pegue á mi paladar, Si de ti no me acordare; Si no ensalzare á Jerusalem Como preferente asunto de mi alegría. 7 Acuérdate, oh Jehová, de los hijos de Edom En el día de Jerusalem; Quienes decían: Arrasadla, arrasadla Hasta los cimientos. 8 Hija de Babilonia destruída, Bienaventurado el que te diere el pago De lo que tú nos hiciste. 9 Bienaventurado el que tomará y estrellará tus niños Contra las piedras.
Capítulo 138
Salmo de David.
1 ALABARTE he con todo mi corazón: Delante de los dioses te cantaré salmos. 2 Encorvaréme al templo de tu santuario, Y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu verdad: Porque has hecho magnífico tu nombre, y tu dicho sobre todas las cosas. 3 En el día que clamé, me respondiste; Esforzásteme con fortaleza en mi alma. 4 Confesarte han, oh Jehová, todos los reyes de la tierra, Cuando habrán oído los dichos de tu boca. 5 Y cantarán de los caminos de Jehová: Que la gloria de Jehová es grande. 6 Porque el alto Jehová atiende al humilde; Mas al altivo mira de lejos. 7 Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás: Contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, Y salvaráme tu diestra. 8 Jehová cumplirá por mí: Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No dejarás la obra de tus manos.
Capítulo 139
Al Músico principal: Salmo de David.
1 OH Jehová, tú me has examinado y conocido. 2 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme, Has entendido desde lejos mis pensamientos. 3 Mi senda y mi acostarme has rodeado, Y estás impuesto en todos mis caminos. 4 Pues aun no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda. 5 Detrás y delante me guarneciste, Y sobre mí pusiste tu mano. 6 Más maravillosa es la ciencia que mi capacidad; Alta es, no puedo comprenderla. 7 ¿Adónde me iré de tu espíritu? ¿Y adónde huiré de tu presencia? 8 Si subiere á los cielos, allí estás tú: Y si en abismo hiciere mi estrado, he aquí allí tú estás. 9 Si tomare las alas del alba, Y habitare en el extremo de la mar, 10 Aun allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra. 11 Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; Aun la noche resplandecerá tocante á mí. 12 Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día: Lo mismo te son las tinieblas que la luz. 13 Porque tú poseiste mis riñones; Cubrísteme en el vientre de mi madre. 14 Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras: Estoy maravillado, Y mi alma lo conoce mucho. 15 No fué encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fuí formado, Y compaginado en lo más bajo de la tierra. 16 Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas. 17 Así que ¡cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán multiplicadas son sus cuentas! 18 Si los cuento, multiplícanse más que la arena: Despierto, y aun estoy contigo. 19 De cierto, oh Dios, matarás al impío; Apartaos pues de mí, hombres sanguinarios. 20 Porque blasfemias dicen ellos contra ti: Tus enemigos toman en vano tu nombre 21 ¿No tengo en odio, oh Jehová, á los que te aborrecen, Y me conmuevo contra tus enemigos? 22 Aborrézcolos con perfecto odio; Téngolos por enemigos. 23 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón: Pruébame y reconoce mis pensamientos: 24 Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno.
Capítulo 140
Al Músico principal: Salmo de David.
1 LÍBRAME, oh Jehová, de hombre malo: Guárdame de hombre violento; 2 Los cuales maquinan males en el corazón, Cada día urden contiendas. 3 Aguzaron su lengua como la serpiente; Veneno de áspid hay debajo de sus labios. (Selah.) 4 Guárdame, oh Jehová, de manos del impío, Presérvame del hombre injurioso; Que han pensado de trastornar mis pasos. 5 Hanme escondido lazo y cuerdas los soberbios; Han tendido red junto á la senda; Me han puesto lazos. (Selah.) 6 He dicho á Jehová: Dios mío eres tú; Escucha, oh Jehová, la voz de mis ruegos. 7 Jehová Señor, fortaleza de mi salud, Tú pusiste á cubierto mi cabeza el día de las armas. 8 No des, oh Jehová, al impío sus deseos; No saques adelante su pensamiento, que no se ensoberbezca. (Selah.) 9 En cuanto á los que por todas partes me rodean, La maldad de sus propios labios cubrirá su cabeza. 10 Caerán sobre ellos brasas; Dios los hará caer en el fuego, En profundos hoyos de donde no salgan. 11 El hombre deslenguado no será firme en la tierra: El mal cazará al hombre injusto para derribarle. 12 Yo sé que hará Jehová el juicio del afligido, El juicio de los menesterosos. 13 Ciertamente los justos alabarán tu nombre; Los rectos morarán en tu presencia.
Capítulo 141
Salmo de David.
1 JEHOVÁ, á ti he clamado; apresúrate á mí; Escucha mi voz, cuando te invocare. 2 Sea enderezada mi oración delante de ti como un perfume, El don de mis manos como la ofrenda de la tarde. 3 Pon, oh Jehová, guarda á mi boca: Guarda la puerta de mis labios. 4 No dejes se incline mi corazón á cosa mala, A hacer obras impías Con los que obran iniquidad, Y no coma yo de sus deleites. 5 Que el justo me castigue, será un favor, Y que me reprenda será un excelente bálsamo. Que no me herirá la cabeza: Así que aun mi oración tendrán en sus calamidades. 6 Serán derribados en lugares peñascosos sus jueces, Y oirán mis palabras, que son suaves. 7 Como quien hiende y rompe la tierra, Son esparcidos nuestros huesos á la boca de la sepultura. 8 Por tanto á ti, oh Jehová Señor, miran mis ojos: En ti he confiado, no desampares mi alma. 9 Guárdame de los lazos que me han tendido, Y de los armadijos de los que obran iniquidad. 10 Caigan los impíos á una en sus redes, Mientras yo pasaré adelante.
Capítulo 142
Masquil de David: Oración que hizo cuando estaba en la cueva.
1 CON mi voz clamaré á Jehová, Con mi voz pediré á Jehová misericordia. 2 Delante de él derramaré mi querella; Delante de él denunciaré mi angustia. 3 Cuando mi espíritu se angustiaba dentro de mí, tú conociste mi senda. En el camino en que andaba, me escondieron lazo. 4 Miraba á la mano derecha, y observaba; mas no había quien me conociese; No tuve refugio, no había quien volviese por mi vida. 5 Clamé á ti, oh Jehová, Dije: Tú eres mi esperanza, Y mi porción en la tierra de los vivientes. 6 Escucha mi clamor, que estoy muy afligido; Líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo. 7 Saca mi alma de la cárcel para que alabe tu nombre: Me rodearán los justos, Porque tú me serás propicio.
Capítulo 143
Salmo de David.
1 OH Jehová, oye mi oración, escucha mis ruegos: Respóndeme por tu verdad, por tu justicia. 2 Y no entres en juicio con tu siervo; Porque no se justificará delante de ti ningún viviente. 3 Porque ha perseguido el enemigo mi alma; Ha postrado en tierra mi vida; Hame hecho habitar en tinieblas como los ya muertos. 4 Y mi espíritu se angustió dentro de mí; Pasmóse mi corazón. 5 Acordéme de los días antiguos; Meditaba en todas tus obras, Reflexionaba en las obras de tus manos. 6 Extendí mis manos á ti; Mi alma á ti como la tierra sedienta. (Selah.) 7 Respóndeme presto, oh Jehová que desmaya mi espíritu: No escondas de mí tu rostro, Y venga yo á ser semejante á los que descienden á la sepultura. 8 Hazme oir por la mañana tu misericordia, Porque en ti he confiado: Hazme saber el camino por donde ande, Porque á ti he alzado mi alma 9 Líbrame de mis enemigos, oh Jehová: A ti me acojo. 10 Enséñame á hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios: Tu buen espíritu me guíe á tierra de rectitud. 11 Por tu nombre, oh Jehová me vivificarás: Por tu justicia, sacarás mi alma de angustia. 12 Y por tu misericordia disiparás mis enemigos, Y destruirás todos los adversarios de mi alma: Porque yo soy tu siervo.
Capítulo 144
Salmo de David.
1 BENDITO sea Jehová, mi roca, Que enseña mis manos á la batalla, Y mis dedos á la guerra: 2 Misericordia mía y mi castillo, Altura mía y mi libertador, Escudo mío, en quien he confiado; El que allana mi pueblo delante de mí. 3 Oh Jehová, ¿qué es el hombre, para que de él conozcas? ¿O el hijo del hombre, para que lo estimes? 4 El hombre es semejante á la vanidad: Sus días son como la sombra que pasa. 5 Oh Jehová, inclina tus cielos y desciende: Toca los montes, y humeen. 6 Despide relámpagos, y disípalos, Envía tus saetas, y contúrbalos. 7 Envía tu mano desde lo alto; Redímeme, y sácame de las muchas aguas, De la mano de los hijos de extraños; 8 Cuya boca habla vanidad, Y su diestra es diestra de mentira. 9 Oh Dios, á ti cantaré canción nueva: Con salterio, con decacordio cantaré á ti. 10 Tú, el que da salud á los reyes, El que redime á David su siervo de maligna espada. 11 Redímeme, y sálvame de mano de los hijos extraños, Cuya boca habla vanidad, Y su diestra es diestra de mentira. 12 Que nuestros hijos sean como plantas crecidas en su juventud; Nuestras hijas como las esquinas labradas á manera de las de un palacio; 13 Nuestros graneros llenos, provistos de toda suerte de grano; Nuestros ganados, que paran á millares y diez millares en nuestras plazas: 14 Que nuestros bueyes estén fuertes para el trabajo; Que no tengamos asalto, ni que hacer salida, Ni grito de alarma en nuestras plazas. 15 Bienaventurado el pueblo que tiene esto: Bienaventurado el pueblo cuyo Dios es Jehová.
Capítulo 145
Salmo de alabanza: de David.
1 ENSALZARTE he, mi Dios, mi Rey; Y bendeciré tu nombre por siglo y para siempre. 2 Cada día te bendeciré, Y alabaré tu nombre por siglo y para siempre. 3 Grande es Jehová y digno de suprema alabanza: Y su grandeza es inescrutable. 4 Generación á generación narrará tus obras, Y anunciarán tus valentías. 5 La hermosura de la gloria de tu magnificencia, Y tus hechos maravillosos, hablaré. 6 Y la terribilidad de tus valentías dirán los hombres; Y yo recontaré tu grandeza. 7 Reproducirán la memoria de la muchedumbre de tu bondad, Y cantarán tu justicia. 8 Clemente y misericordioso es Jehová, Lento para la ira, y grande en misericordia. 9 Bueno es Jehová para con todos; Y sus misericordia sobre todas sus obras. 10 Alábente, oh Jehová, todas tus obras; Y tus santos te bendigan. 11 La gloria de tu reino digan, Y hablen de tu fortaleza; 12 Para notificar á los hijos de los hombre sus valentías, Y la gloria de la magnificencia de su reino. 13 Tu reino es reino de todos los siglos, Y tu señorío en toda generación y generación. 14 Sostiene Jehová á todos los que caen, Y levanta á todos los oprimidos. 15 Los ojos de todos esperan en ti, Y tú les das su comida en su tiempo. 16 Abres tu mano, Y colmas de bendición á todo viviente. 17 Justo es Jehová en todos sus caminos, Y misericordioso en todas sus obras. 18 Cercano está Jehová á todos los que le invocan, A todos los que le invocan de veras. 19 Cumplirá el deseo de los que le temen; Oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará. 20 Jehová guarda á todos los que le aman; Empero destruirá á todos los impíos. 21 La alabanza de Jehová hablará mi boca; Y bendiga toda carne su santo nombre por siglo y para siempre.
Capítulo 146
Aleluya.
1 ALABA, oh alma mía, á Jehová. 2 Alabaré á Jehová en mi vida: Cantaré salmos á mi Dios mientras viviere. 3 No confiéis en los príncipes, Ni en hijo de hombre, porque no hay en él salud. 4 Saldrá su espíritu, tornaráse en su tierra: En aquel día perecerán sus pensamientos. 5 Bienaventurado aquel en cuya ayuda es el Dios de Jacob, Cuya esperanza es en Jehová su Dios: 6 El cual hizo los cielos y la tierra, La mar, y todo lo que en ellos hay; Que guarda verdad para siempre; 7 Que hace derecho á los agraviados; Que da pan á los hambrientos: Jehová suelta á los aprisionados; 8 Jehová abre los ojos á los ciegos; Jehová levanta á los caídos; Jehová ama á los justos. 9 Jehová guarda á los extranjeros; Al huérfano y á la viuda levanta; Y el camino de los impíos trastorna. 10 Reinará Jehová para siempre; Tu Dios, oh Sión, por generación y generación. Aleluya.
Capítulo 147
1 ALABAD á JAH, Porque es bueno cantar salmos á nuestro Dios; Porque suave y hermosa es la alabanza. 2 Jehová edifica á Jerusalem; A los echados de Israel recogerá. 3 El sana á los quebrantados de corazón, Y liga sus heridas. 4 El cuenta el número de las estrellas; A todas ellas llama por sus nombres. 5 Grande es el Señor nuestro, y de mucha potencia; Y de su entendimiento no hay número. 6 Jehová ensalza á los humildes; Humilla los impíos hasta la tierra. 7 Cantad á Jehová con alabanza, Cantad con arpa á nuestro Dios. 8 El es el que cubre los cielos de nubes, El que prepara la lluvia para la tierra, El que hace á los montes producir hierba. 9 El da á la bestia su mantenimiento, Y á los hijos de los cuervos que claman. 10 No toma contentamiento en la fortaleza del caballo, Ni se complace en las piernas del hombre. 11 Complácese Jehová en los que le temen, Y en los que esperan en su misericordia. 12 Alaba á Jehová, Jerusalem; Alaba á tu Dios, Sión. 13 Porque fortificó los cerrojos de tus puertas; Bendijo á tus hijos dentro de ti. 14 El pone en tu término la paz; Te hará saciar de grosura de trigo. 15 El envía su palabra á la tierra; Muy presto corre su palabra. 16 El da la nieve como lana, Derrama la escarcha como ceniza. 17 El echa su hielo como pedazos: Delante de su frío ¿quién estará? 18 Enviará su palabra, y los derretirá: Soplará su viento, y fluirán las aguas. 19 El denuncia sus palabras á Jacob, Sus estatutos y sus juicios á Israel. 20 No ha hecho esto con toda gente; Y no conocieron sus juicios. Aleluya.
Capítulo 148
Aleluya.
1 ALABAD á Jehová desde los cielos: Alabadle en las alturas. 2 Alabadle, vosotros todos sus ángeles: Alabadle, vosotros todos sus ejércitos. 3 Alabadle, sol y luna: Alabadle, vosotras todas, lucientes estrellas. 4 Alabadle, cielos de los cielos, Y las aguas que están sobre los cielos. 5 Alaben el nombre de Jehová; Porque él mandó, y fueron criadas. 6 Y las hizo ser para siempre por los siglos; Púso les ley que no será quebrantada. 7 Alabad á Jehová, de la tierra Los dragones y todos los abismos; 8 El fuego y el granizo, la nieve y el vapor, El viento de tempestad que ejecuta su palabra; 9 Los montes y todos los collados; El árbol de fruto, y todos los cedros; 10 La bestia y todo animal; Reptiles y volátiles; 11 Los reyes de la tierra y todos los pueblos; Los príncipes y todos los jueces de la tierra; 12 Los mancebos y también las doncellas; Los viejos y los niños, 13 Alaben el nombre de Jehová, Porque sólo su nombre es elevado; Su gloria es sobre tierra y cielos. 14 El ensalzó el cuerno de su pueblo; Aláben le todos sus santos, los hijos de Israel, El pueblo á él cercano. Aleluya.
Capítulo 149
Aleluya.
1 CANTAD á Jehová canción nueva: Su alabanza sea en la congregación de los santos. 2 Alégrese Israel en su Hacedor: Los hijos de Sión se gocen en su Rey. 3 Alaben su nombre con corro: Con adufe y arpa á él canten. 4 Porque Jehová toma contentamiento con su pueblo: Hermoseará á los humildes con salud. 5 Gozarse han los píos con gloria: Cantarán sobre sus camas. 6 Ensalzamientos de Dios modularán en sus gargantas. Y espadas de dos filos habrá en sus manos; 7 Para hacer venganza de las gentes, Y castigo en los pueblos; 8 Para aprisionar sus reyes en grillos, Y sus nobles con cadenas de hierro; 9 Para ejecutar en ellos el juicio escrito: Gloria será esta para todos sus santos. Aleluya.
Capítulo 150
Aleluya.
1 ALABAD á Dios en su santuario: Alabadle en la extensión de su fortaleza. 2 Alabadle por sus proezas: Alabadle conforme á la muchedumbre de su grandeza. 3 Alabadle á son de bocina: Alabadle con salterio y arpa. 4 Alabadle con adufe y flauta: Alabadle con cuerdas y órgano. 5 Alabadle con címbalos resonantes: Alabadle con címbalos de júbilo. 6 Todo lo que respira alabe á JAH. Aleluya.


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La Santa Biblia
Reina-Valera de 1909