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Salmos Bíblicos
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         Salmo 41

O cuan feliz el que entiende leal
  Sobre el pobre en su mal:
Que en el día aun del mal diciendo está
  Libre lo Jehová.
Guarde lo Dios: vida Dios le dará,
Y dichoso estará,
Y a voluntad de sus contrarios mas
No lo entregarás.

Sobre su cama en dolorida voz
Sustentará lo Dios:
Su cama mas toda de enfermedad
Mullirás en verdad.
En mi dolor dije, Señor, así
Ten piedad de mí:
Sana mi alma, oh Señor Dios, porque
Contra ti yo pequé.

Hablando mal de mí, diciendo están
Mis enemigos aun,
Su nombre pues ¿cuándo perecerá?
¿Y cuándo morirá?
Si me venia alguno a ver, en sí
Mentira hablaba: así
Amontonaba el mal, para hablar,
Salido, y divulgar.


Todos los aun que me aborrecieron
Contra mí hablaron:
Y aun a mal para mí pensaron,
Y entre si dijeron.
Pecado grande y mortífero hiel
Ha se pegado en él:
Y el que cayó en cama, quedará,
Nunca levantará.

Aun el varón de paz mi familiar,
Que era de confiar:
El que mi pan comía, engrandeció,
Contra mí levantó,
El calcañar. Mas oh Dios, de mí ten
Misericordia, y ven
A mi ayuda, y haz me levantar,
Pues les he de pagar.

En esto, oh Dios, de cierto conocí
Como te agradé,
Que mi contrario aun no se huelgue
De mí, oh Jehová,
En mi bondad sustentado tu me has,
Y asentado a jamás.
Bendito el Dios de Israel, Amen,
De siglo en siglo, Amen.

(Es de los Salmos metrificados por Juan LeQuesne, de 1606, utilizando el deletreo moderno del castellano.)

Salmo 42

Como el siervo por corriente
  De las aguas brama, así
Mi alma oh Omnipotente.
Oh Dios mío brama a ti,
Mi alma tuvo de Dios
Del Dios vivo sed, con voz:
¿Cuando pareceré mismo
Delante del Altísimo?

  Pan mis lágrimas de día
Y de noche me fueron:
Cuando, tu Dios cada día
Donde está me dijeron.
Acordando me yo pues
De estas cosas, cada vez
Sobre mí muy congojada
Mi alma fue derramada.

  Que en gran numero pasando
Hasta casa del Señor,
Yo los estuve guiando
Con alabanza y loor:
Con voz de alegría mas
Los encaminando en paz
Todos a Dios salmeando,
Y la multitud saltando.

  ¿Porque te abates mi alma,
Y bramas tu contra mi?
Espera a Dios, y le clama,
Porque aun le tengo así
De alabar y salmear,
y su Nombre confesar
Por las saludes constantes
De su presencia divina.

Dios mío en mi abatida
Mi alma está con afán:
Portando de ti (herida)
Desde tierra del Jordán;
Desde el monte de Mishar,
Y de Hermon se ha de acordar,
Abismo llama otro en males,
A la voz de tus canales,

  Sobre mi todas tus ondas
Y tus olas pasaron,
Sus misericordias hondas
De día, y más su canción
De noche, Dios, mandará
Conmigo, oración será
De mi alma entristecida
Al Señor Dios de mi vida.

  Diré a Dios, Roca mía.
¿Porque olvidado me has?
Porque andaré sin vía,
Triste, enlutado y sin faz
Por la muy grande opresión
De mis enemigos aun
De iniquidad obradores
Mis fuertes angustiadores.

  Muerte es en mis huesos, cuando
Mis enemigos me están
De palabras afrentando,
Y escarneciendo me van;
Diciendo me de alta voz
¿Dónde, dónde está tu Dios?
Cada día y cada hora
¿Dónde vive y donde mora?

  ¿Porque te abates, mi alma:
Porque bramas contra mí?
Espera a Dios, y le clama,
Porque aun le tengo así
De alabar y salmear,
Por las saludes que obrar
Quiso con el poder suyo
Antes de mí, que es Dios mío.

(Es de los Salmos metrificados por Juan LeQuesne, de 1606, utilizando el deletreo moderno del castellano.)

Salmo 43

Parece ser este salmo añadidura del precedente. Es el mismo propósito, y por la misma ocasión.

  Júzgame, oh Omnipotente,
Pleitea mi causa y razón;
Contra toda inhumana gente,
Del perverso hombre e imprudente
Y del engañoso varón
Libra me Señor aun.

  Eres mi fuerza, oh Esforzado:
¿Porque pues desechado me has?
Porque andaré enlutado
Por la opresión del malvado
Enemigo varón sin paz
¡Que me persigue mas!

  Tu luz, y tu verdad envía:
Estas con gran seguridad
Me servirán ambas de gula,
Hasta tus tiendas, y hacia
El Monte de tu santidad,
Y de tu Deidad.

  De Dios al altar purísimo.
Al Dios de mi gozo entraré:
Altamente con arpa misma
Oh Soberano, oh Altísimo,
Oh Dios mío te alabaré,
Y te confesaré.

  ¿Porque te abates, mi alma,
Y porque bramas contra mí?
Espera a Dios, y le reclama,
Porque lo tengo aun con voz calma
De alabar, que es mi Dios de sí,
Y mi salud así.

(Es de los Salmos metrificados por Juan LeQuesne, de 1606, utilizando el deletreo moderno del castellano.)

SALMO 46: 1-4;

Amparo y socorro es nuestro Dios;
En las angustias eficaz,
Para el temor y no hay razón 
De terremotos á pesar.
Al mar si vemos caer
Montañas, es igual;
Si ruge mucho aquel,
Con grande turbación,
Su sacudida y su hinchazón.

2 Un Río cristalina hay,
Que alegra la Ciudad de Dios,
Sus aguas al santo lugar,
Del Sumo Sér la habitación.
En medio siempre está,
De aquella nuestro Dios;
Movida no será;
Socorrerá a Sión,
Amaneciendo, su Señor.

3 De las naciones al furor,
De pueblos entre el vacilar,
Oyóse del Señor la voz
Deslióse el orbe terrenal
Tenemos á Jehová
Refugio de Jacob:
Sus obras contemplad.
La tierra que asoló.
Doquier las guerras abolió.

4 Quebrado el arco dejará,
Cortando el arma al lanzador,
Y al fuego pronto entregará
Los carros del opositor.
“Cesad y conoced
Que Dios he sido y soy:
Mi nombre ensalzaré;
A conocer me doy.
El Dios, la torre de Jacob.
 
(Es de Salmos de David en Verso Coleccionados por el Revdo. Niell E. Pressly,
publicado por Imprenta "La Fe Cristiana", 1909)

         Salmo 46

1 Dios ampara; fortalece;
Muy cercano está.
Si la tierra abierta fuese,
No nos turbará
En el mar los montes se hundan
Entre el estridor;
Espumosas ondas cundan,
Sustos y temblor.

2 Río hay: Sión la divina
Goza en su confluir;
Dios allí en vez de ruina.
Bello porvenir.
Conmociones y rugido
Cesan porque habló;
Nuestra protector ha sido
El Dios de Jacob.

3 Ved las obras da Eterno:
Asolando va;
Establece su gobierno,
Y la paz nos dá.
“Quietos,” dice: “conocedme;”
“Sólo reinaré.”
Es Dios de Jacob que siempre
Nuestro amparo fué.

(Es de Salmos de David en Verso Coleccionados por el Revdo. Neill E. Pressly,
publicado por Imprenta "La Fe Cristiana", 1909)

Salmo 47

  Todos pueblos id.
Las manos batid:
Jubilad a Dios
Con alegre bozo
Porque Jehová
Muy Sublime está:
  Temeroso mas:
Rey grande ya jamás
Sobre la tierra es.
Bajo nuestros pies
Pueblos guiará,
Gente abajará.

  La nuestra heredad
De Jacob beldad,
Al cual él amó,
Él nos eligió,
Con trompeta, Dios
Subió, y con voz: .
  A Dios salmead,
Jubilad, cantad
A nuestro Rey pues,
Porque Dios Reyes
Del mundo: sabed
Cantad y entended.

  Sobre gentes aun
Y nueva dan
El Señor reinó:
Dios mas se asentó
En la majestad
De su santidad.
  Príncipes con paz
De los pueblos mas,
Todos se fueron,
Y se juntaron,
Y al pueblo ido se han
Del Dios de Abraham.

Porque del Señor,
Del mundo el honor
Escudos así,
Paveces de sí,
Todos están de él,
En salzado es él.

(Es de los Salmos metrificados por Juan LeQuesne, de 1606, utilizando el deletreo moderno del castellano.)

Salmo 48 Versos 7-12

1 En medio, Dios nuestro,
Del templo glorioso,
Construido de piedras
Que viven por ti.
Pensamos los tuyos
En lo que piadoso,
Hiciste y sufriste
Por traernos aquí,

2 Conforme á tu nombre,
Sublime, sagrado,
Tu loor por las tierras
A oírse vendrá,
Tu gran evangelio
Doquier anunciado,
Tu gloría proclama:
La vida nos dá.

3 De Sión las alturas,
Su gozo mostrado,
Tus juicios ensalzan:
Celebran tu amor;
Sus torres y muros 
Contrarios, mirando,
Las leyes acatan
De su Defensor.

4 Mirad sus almenas
Y alcázares bellos;
Los pósteros sepan:
La historia contad:
Es nuestro Dios este
Hoy mañana y siempre
Grey somos que guía 
A aquella ciudad.

(Es de Salmos de David en Verso Coleccionados por el Revdo. Niell E. Pressly,
publicado por Imprenta "La Fe Cristiana", 1909)

Salmo 50

  El Señor Dios, Dios de dioses habló:
Desde el Oriente el mismo convocó
La tierra, hasta la parte Occidental,
De Sion monte, en beldad sin igual,
Resplandeció el Señor Dios, juzgando;
Nuestro Señor vendrá, y no callando:

  Delante de él fuego consumirá:
Y al derredor tempestad grande habrá.
De arriba irá los cielos convocar,
La tierra así, para justo juzgar
El pueblo suyo. Oh juntadme, diciendo,
Los que guardan mi concierto, ofreciendo.

  Y su justicia así los cielos pues
Denunciarán: porque Dios es juez.
Oye mi pueblo, y a ti hablaré:
Y contra ti mucho contestaré
Oh Israel, mi gente y pueblo mío,
Yo soy el Dios Altísimo, el Dios tuyo.

  Los tuyos pues sacrificios de paz
Reprender no quiero, siempre mas
Antes de mí tus holocaustos son.
No tomaré de tu casa en sazón
Becerro o buey, machos cabríos engordados,
Que están de tus apriscos ó ganados.

  Porque mía es toda bestia en verdad:
Ganados más míos a voluntad
Millares tengo. Y en cualquier rincón
Conozco yo las aves todas aun;
Del campo llano, y del monte y collado,
Las fieras mismas están a mi mandato.

  Si tuviere hambre a ti no lo diré:
Porque Señor soy del mundo, y seré.
¿Carne de buey tengo yo de comer?
¿O de macho cabrío la sangre mas beber?
Al Señor Dios sacrifica alabanza:
Paga al Señor tus votos con fianza.

  Invoca me cuando opresión habrás,
Librarte he yo, entonces me honrarás,
Y dijo Dios al malo sin parar,
¿Que tienes tú mis leyes que enarrar?
Y tomes aun mi concierto en tu boca
¿Muy desbocada insolente y muy loca?

  Aborreciendo el castigo, y ¿detrás
De ti echando a mis palabras vas?
Si a deshora al ladran muy cruel
Vías hurtar, tu corrías con él,
Imites lo: y con los adulteras,
Era tu parte, y Son tus compañeros.

  Tu boca en mal metías, sin bondad
Tu lengua así componía maldad,
Fraude y engaño. Y asentabas te
Para hablar contra el hombre de fe.
Hermano tuyo: e infamia ponías
Centra tu primo. Estas fueron tus vías.

  Mientras hiciste estas cosas, callé:
Pensabas pues porque yo no hablé.
¿Que como tú de cierto seria yo?
Argüir te he, quemada se te dio,
Y propondré delante de tus ojos,
Tu pravedad, y maldad con enojos.

  Ahora oíd, y todo esto entended,
Los que de Dios os olvidáis: y ved
Que sin merced no venga arrebatar,
Y no halláis quien os puede escapar.
Honrarás me loor sacrificando:
Y a tal seré la salud enseñando.

(Es de los Salmos metrificados por Juan LeQuesne, de 1606, utilizando el deletreo moderno del castellano.)

        Salmo 51

1 Apiádate, Señor, de mi,
Según tu compasión;
Conforme á tu sin fin piedad
Olvida mi pecar.

CORO.
Lava tu mis manchas muchas;
Sí, limpio quiero ser, Señor, por tí:
Sí, limpio quiero ser, por tí

2 Mi rebelión confesaré;
Mis culpas no negué, 
Por ti lavado más y más, 
Exímeme de mal.

CORO
Con hisopo purifica.
Entonces limpio en verdad seré;
Entonces limpio, sí, seré.

3 Pequé tan solo contra ti;
Tu viendo, malo fuí,
Y fuiste justo en tu decir.
Y juicio sin desliz.

CORO
Gozo y alegría oiga;
Los huesos que abatiste paz tendrán;
Los huesos míos paz tendrán.

4 Soy de linaje pecador,
De impura concepción;
En lo íntimo amas la verdad,
Y en ella me instruirás.

CORO.
Nunca mires mis pecados,
Borrada sea, toda mi maldad;
Borrada sea mi maldad.

(Es de Salmos de David en Verso Coleccionados por el Revdo. Niell E. Pressly,
publicado por Imprenta "La Fe Cristiana", 1909)

  Salmo 51 Versos 1-4

1 Piedad, piedad Dios mío,
Piedad el alma implora
Fiada en la grandeza
De tu misericordia

2 Y pues que de piedades
Tal caudal atesoras,
Con ellas de mi culpa
La fea mancha borra.

3 Lávame y purifica
Más y más la asquerosa
Llaga de mi pecado
Tan torpe y tan hedionda.

4 Porque ya reconozco
Su gravedad; y contra
Mi tenga siempre viva
La fuente memoria.

5 Pequé contra tí solo,
Sólo á tí fue notoria
La maldad, que á tu vista
Hice y en tu deshonra.

6 Y así justificada
Tu palabra en mis obras,
Vences si me castigas,
Vences si me perdonas.

(Es de Salmos de David en Verso Coleccionados por el Revdo. Niell E. Pressly,
publicado por Imprenta "La Fe Cristiana", 1909)

  Salmo 51:1-3, 11, 12.

1 Misericordia ten de mí,
¡Oh! compasivo Dios;
En tu miseración sin fin
Rae tú mi rebelión.

CORO.

¡LÁVAME! ¡LÁVAME!
BLANCO MÁS QUE LA NIEVE ESTARÉ;
¡LÁVAME! ¡LÁVAME!
BLANCO MÁS QUE LA NIEVE ESTARÉ;

2 Lávame bien de mi maldad;
Limpiado quiero ser;
Mis rebeliones confesar,
Y mis pecados ver.

3 No me destierres tú, Señor;
Contigo siempre esté;
Tu Espíritu Consolador
El sumo bien me dé.

4 El gozo vuélveme á dar
Que trae tu salvación;
Tu Espíritu de libertad.
Susténteme, Señor.

(Es de Salmos de David en Verso Coleccionados por el Revdo. Niell E. Pressly,
publicado por Imprenta "La Fe Cristiana", 1909)

Salmo 51: versos 10-15

1 Crea un corazón limpio
En este pecho; y forma
Mi espíritu de nuevo
Con rectitud heróica.

2 No enojado me arrojes
De tu vista amorosa
Ni tu Espíritu Santo
De mí apartes ahora

3 Vuelve tu alegría
Felice precusora
De su salud, al alma
Con fuerza vigorosa.

4 Y mostraré á los malos
Tu ley, con tales obras
Que viendo, los impíos 
Por Dios te reconozcan.

5 Líbrame de la pena
Tan justa, que provoca
El sangriento delito
Que aflige mi memoria.

6 Dios y Salvador mío:
Y mi lengua gozosa,
Dirá que tu justicia.
De perdonar blasoma.

(Es de Salmos de David en Verso Coleccionados por el Revdo. Niell E. Pressly,
publicado por Imprenta "La Fe Cristiana", 1909)

Salmo 52

¿Porqué, poderoso, ó valiente,
Te alabas de maldad?
y ¿te glorias altamente
De tu iniquidad?
Cada día está del Señor
La bondad y favor.

  Agravios tu lengua maquina:
Engaño hace también
Como una navaja muy fina.
El mal aun más que el bien
Amaste: y la mentira, mas
Que hablar Justicia o paz.

  Palabras dañosas amaste,
Lengua engañosa. Así.
Para siempre, Dios, como hablaste,
Te postrará a ti.
De tu tienda te arrancará:
Y más te cortará..

  De la tierra aun de los vivientes
Te desarraigará.
Viendo lo los justos prudentes,
Cada uno temerá:
Y riéndose dirá de él,
He aquí es aquel.

  El que a Dios por su fortaleza
No puso, y su salud:
Mas confió de su riqueza
En la gran multitud:
Y esforzase en su maldad
Y mala voluntad.

  Mas de Dios, como verde oliva.
En la casa yo seré;
En la misericordia viva
De Dios yo confié
Eternalmente, y a jamás
Confiaré demás.

  Porque hiciste esta venganza,
Siempre te alabaré.
Tu nombre digno de alabanza
Oh Dios esperaré;
Porque es bueno delant de tus santos
Bueno, oh recto juez.

(Es de los Salmos metrificados por Juan LeQuesne, de 1606, utilizando el deletreo moderno del castellano.)

Salmo 53

  El loco ha dicho en él su corazón.
No, no hay Dios: corrompieron sus vías,
Abominables son las obras suyas;
Y no está quien haga de afición,
Bien ni razón.

Del cielo Dios echó su vista en pos
De toda la tierra sobre los hijos de los hombres,
Si viere alguien con muy perfectos nombres,
Sabio, entendido, y templado en su voz
Que busque a Dios.

De voluntad todos declinaron,
Dañaron se a una, y juntamente
Corrompieron se verdaderamente
Y no está quien haga bien ningún,
No aun uno.

No supieron todos que obrán maldad,
Que como pan comen el pueblo mío?
Con todo pavor oh con el poder suyo
No curaron de invocar en verdad
La Deidad.

  Sin causa allí se sobresaltaron;
Dios esparció los huesos justamente
Del que se sentó contra tu campo y gente:
Vergüenza hiciste, y porque de Dios aun
Echados son.

  Quien de Sion la salud pues dará
A Israel? la cautividad cuando
Del pueblo suyo estará Dios tornando.
Jacob así Israel gozar se ha,
Y se holgará.

(Es de los Salmos metrificados por Juan LeQuesne, de 1606, utilizando el deletreo moderno del castellano.)

Salmo 54

  Sálvame en tu Nombre, oh Dios,
Júzgame con tu valentía.
Oye la suplicación mía,
De mi boca escucha la voz.

  Porque, oh Señor, contra mí
Extraños han se levantado,
Y fuertes mi alma han buscado:
Dios no han puesto antes de sí.

  El que me ayuda, Dios es;
Con los que sustentan mi vida
Dios es. El mal, que el nunca olvida,
A mis contrarios volverá.

  Corta los por tu verdad pues.
De voluntad sacrificando
Seré, y tu nombre alabando,
Oh Señor Dios, porque bueno es.

  Porque de angustia y de dolor
Me ha escapado; y sin duda,
Vieron mis ojos la venganza
Y en mis contrarios su furor.

(Es de los Salmos metrificados por Juan LeQuesne, de 1606, utilizando el deletreo moderno del castellano.)

Salmo 56

1 Clemente sé conmigo, ¡oh Dios!
Pretende darme fin
El hombre cruel devorador;
No cesa de oprimir.

CORO:
Confío, Confío, Confío en ti, Señor.

2 Cerco mal sin pervertidor 
Sin tregua me hace mal;
Mis enemigos muchos son,
Altísimo Jehová.

3 Temiendo, confiaré en Dios;
Ensalzo su verdad;
Y de la carne amago y voz
No me amedrentarán.

(Es de Salmos de David en Verso Coleccionados por el Revdo. Niell E. Pressly,
publicado por Imprenta "La Fe Cristiana", 1909)

Salmo 57 Versos 1-6

1 Soberana Bondad, condesciende
Hasta mí, mientras pasa mi afán;
A mi espíritu falta un albergue
Que tus alas no mas me darán.
   Muy allá—del azul
Firmamento te ensalcen, mi Dios,
Llena esté—De luz;
gloria vasta creación.

2 Clamaré al Altísimo y Fuerte,
Cuyos fines se cumplan en mí;
Contra quien me impropera á valerme
El Socorro enviará que pedí,
   Muy allá—del azul
Firmamento te ensalcen, mi Dios,
Llena esté—De luz;
gloria vasta creación.

3 Entre leones el alma, y con quienes
Echan llamas, en paz dormiré
Cuya lengua es espada, y sus dientes
Lanzas, flecha que no temeré.
   Muy allá—del azul
Firmamento te ensalcen, mi Dios,
Llena esté—De luz;
gloria vasta creación.

(Es de Salmos de David en Verso Coleccionados por el Revdo. Niell E. Pressly,
publicado por Imprenta "La Fe Cristiana", 1909)

                 Salmo 58

  Oh Congregación, por ventura
Hijos de Adán justicia hablaís?
Rectamente en verdad juzgáis?
Antes, de corazón y cura
Obráis en tierra iniquidad:
Y pesaís violencia y maldad.

  Los impíos y malos llegando
De la matriz se extrañaron:
Desde el vientre mas erraron
Vana y loca mentira hablando,
Veneno tienen que igual pues
Al veneno de serpiente es.

  Como áspid sordo, que cierra
Su oreja, otra vez las dos:
Para que no oiga la voz
De los que encantan en la tierra.
Del docto y sabio encantador
De encantamientos, hacedor.

  En sus bocas quiebra sus dientes
Oh Dios: oh Señor quiebra mas
De los leoncillos sin paz
Las muelas fuertes y potentes.
Corran se como agua que está
Derramada, y de sí se va.

  Armen su arco, y sus saetas
Como quebradas estén se.
Como el caracol, vayan se,
Que se deslíe, y sin ver tetas,
Como abortivo de mujer:
El sol no alcancen de ver.

  Antes que vuestras ollas mismo
El fuego de espinas en sí
Sientan, así vivos, así
El Soberano, el Altísimo,
Con tempestad y sin favor
Los arrebate en su furor.

  Cuando viere el justo inocente
La venganza el se alegrará:
En la sangre se lavará
Del impío, y dirá, ciertamente
Para el justo frutos ay:
Y un Dios que en tierra juzga así.

(Es de los Salmos metrificados por Juan LeQuesne, de 1606, utilizando el deletreo moderno del castellano.)

Salmo 61 Versos 1-4

1 Dios, escucha mi clamor
Está atento á mi oración.
Si desmaya mi favor,
Clamarte ha mi corazón.

2 Mi refugio has ido tu,
Y también mi Protector;
Cuida con solicitud,
De quien pide á tí tu amor.

3 En tu templo yo habitar.
Para siempre desearé;
Yen tus alas un lugar
Bien seguro encontraré.

(Es de Salmos de David en Verso Coleccionados por el Revdo. Niell E. Pressly,
publicado por Imprenta "La Fe Cristiana", 1909)

Salmo 61

Señor, mi voz; mi ruego atiende
Del fin del mundo clamo á ti;
Mi corazón desmaya.
Has sido mi refugio fuerte 
En frente del que yo temí,
Y le tuviste á raya.

CORO.
La roca más alta
Que yo; llegar anhelo,
Es Dios mi roca santa;
En su favor espero.

2 Mi habitación la tienda tuya,
Perpetua mi seguridad,
Sí; tú me has escuchado.
Mis votos tu piedad ayuda,
Y das tu célica heredad.
A los que te han honrado

3 Del rey la vida prolongando,
En múltiple generación,
Tu le tendrás presente 
Celebrará mi eterno canto
A tí que fuiste salvación
De tu fiel oferente.

(Es de Salmos de David en Verso Coleccionados por el Revdo. Niell E. Pressly,
publicado por Imprenta "La Fe Cristiana", 1909)

      SALMO 61

Señor mi voz levantaré,
Desde los fines clamaré,
Atento está á mí,
Si me desmayo escúchame,
A la Roca llévame
Refugio alto es en tí.

CORO:
A la Roca llévame
A la Roca llévame
A la Roca llévame
Llévame oh Señor.

2 Señor defensa eres por mí
Contra mis enemigos sí
En ti refugiaré.
Tu casa es buena habitación
Tus alas me dan protección
Allá me ampararé,

3 Señor tu santa herencia á mí
Me das porque yo temo á tí
Mis votos oídos has
El rey de tí recibirá
La vida larga y durará
Generaciones más.

4 En tu presencia el es Señor
Guardado siempre por tu amor.
Tu gracia y tu verdad
Siempre tu nombre alabaré
A ti mis votos pagaré
Hasta la eternidad.

(Es de Salmos de David en Verso Coleccionados por el Revdo. Niell E. Pressly,
publicado por Imprenta "La Fe Cristiana", 1909)

         Salmo 63:1

Dios, Dios mío eres Tú,
de madrugada te buscaré.
Dios, Dios mío eres Tú,
de madrugada te buscaré,
Mi alma tiene sed de Ti,
y mi carne te anhela,
en tierra seca y árida
donde aguas no hay.
Mi alma tiene sed de Ti,
y mi carne te anhela,
en tierra seca y árida
donde aguas no hay.

(Se puede encontrar la melodía en el libro Cánticos Espirituales, Publicaciones Andamio, c/. Alts Forns no 68 – 08004 Barcelona, teléfono 432-2523 y en el libro Celebremos su gloria, publicado por Centro de Publicaciones Cristianas, 8625 La Prada Dr., Dallas, TX 75228; teléfono 214-327-8971)

  SALMO 65 Versos 4-5

1 Dichoso tu acogido,
Que acercaste á tí:
El que por ti ha podido
En tu redil vivir.

2 Seremos satisfechos;
Tu casa abunda en bien,
Y en tu glorioso templo
Hay vida y luz también.

3 Con terribilidades
Al fin contestarás,
Oh Dios de nuestros padres;
Del mal nos librarás.

(Es de Salmos de David en Verso Coleccionados por el Revdo. Niell E. Pressly,
publicado por Imprenta "La Fe Cristiana", 1909)

SALMO 65 Versos 9-13

1 Visitas nuestra tierra,
La riega tu poder;
Te debe su riqueza;
Pare algún vergel.

2 Oh Dios, tu caudalosa
Corriente vida da:
Tu bondad previsora
El grano ha dado ya.

3 La tierra preparada
Entre los surcos van 
Fertilizantes aguas,
Así tenemos pan

4 Ablanda el aguacero
Las costras, el terrón;
Las matas van creciendo;
Tuya es la bendición.

5 De bien el año colmas;
Tus sendas dejan caer,
Grosura; todo adornas,
Y ciñes de placer.

6 Ganados en el llano,
Con miés toda labor,
Hay clamoreo y canto
Alegre en derredor.

(Es de Salmos de David en Verso Coleccionados por el Revdo. Niell E. Pressly,
publicado por Imprenta "La Fe Cristiana", 1909)

SALMO 66:1-4

Aclamad a Dios con alegría,
Toda la tierra, toda la tierra.
Cantad la gloria de su nombre;
Poned gloria en su alabanza.
Decid a Dios:
Cuán asombrosas son tus obras,
Por la grandeza de tu poder
Se someterán a ti tus enemigos.
Toda la tierra te adorará,
Y cantará a ti,
Cantará, cantarán a tu nombre,
Y cantará a ti, cantará,
Cantarán a tu nombre.

(Es del himnario de la Iglesia "Betel” de la Iglesia Evangélica Presbiteriana y Reformada,
Calle Agustín Lange s/n Ms. F. Lote 12, Urb. Las Brisas, Lima, Perú,
ieprp_betel@yahoo.com, http://www.geocities.com/ieprp_betel/)

         Salmo 67

  De nosotros misericordia
Dios haya, y nos bendiga el ser:
Sobre nosotros en concordia
Su rostro haga resplandecer
Para que tu vía
En tierra nos guía
O Dios, con virtud,
Y que toda gente
Verdaderamente
Vea tu salud.

  Den te los pueblos alabanza,
Todos pueblos alaben te.
Todas gentes en confianza
Gócense, mas alegren se,
Todos pueblos cuando
Estarás juzgando
Con toda equidad:
Y en tierra aguardando,
Los pastoreando
Será tu bondad.

  Alaben te, oh Altísimo,
Y alaben te los pueblos aun.
Su fruto muy perfectísimo
Dará la tierra en su sazón:
El Señor Dios recto,
Nuestro Dios perfecto
Bendecirá nos.
Tema lo la tierra,
Y lo que ella encierra:
Bendiga nos Dios

(Es de los Salmos metrificados por Juan LeQuesne, de 1606, utilizando el deletreo moderno del castellano.)

Salmo 68 Versos 18-20

1 Con gloria ascendiste
A suma elevación
Cautivo acá hiciste
A quien nos cautivó

2 Dádivas alcanzaste
Estando aún aquí
Para los que salvaste
Y cuidas para ti.

3 En medio de rebeldes
Lograste cada don;
Que al mundo así viniese
Divina habitación.

4 Bendito siempre seas,
Eterno Portador
De toda carga nuestra;
Salud nos da tu amor

5 Continuamente libra
Su protector al fiel;
La muerte no ha salido
¿Qué no es todo de él?

(Es de Salmos de David en Verso Coleccionados por el Revdo. Niell E. Pressly,
publicado por Imprenta "La Fe Cristiana", 1909)

Salmo 70

  Para librarme, oh Señor,
Para ayudar me te apresura.
Los que buscan mi vida pura
Confusos y con deshonor
Sean todos avergonzados:
Y sean vueltos atrás
Los que quieren mi mal: y más
De todos sean deshonrados.

  Los que dicen hala, hala.
Sean vueltos y sin defensa
En pago, oh Dios, de su vergüenza.
Y alégrense, oh Jehová,
En ti los que te están buscando:
Y digan siempre en alta voz,
Engrandecido sea Dios,
Los que tu salud están amando.

Apresúrate, Salvador,
Yo soy pobre y menesteroso,
No te detengas, Piadoso.
Solo eres tú mi librador.

(Es de los Salmos metrificados por Juan LeQuesne, de 1606, utilizando el deletreo moderno del castellano.)

SALMO 72

Bendito Jehová
El Dios de Israel.
Bendito Jehová
El Dios de Israel.

EI sólo hace maravillas
Bendito su nombre
Para siempre.
EI sólo hace maravillas
Bendito su nombre
Para siempre.

Y toda la tierra sea
Llena de su gloria,
Amén, amén y amén.

Bendito Jehová
El Dios de Israel.
Bendito Jehová
El Dios de Israel.

EI sólo hace maravillas
Bendito su nombre
para siempre.
EI sólo hace maravillas
Bendito su nombre
para siempre.

(Es del himnario de la Iglesia "Betel” de la Iglesia Evangélica Presbiteriana y Reformada,
Calle Agustín Lange s/n Ms. F. Lote 12, Urb. Las Brisas, Lima, Perú,
ieprp_betel@yahoo.com, http://www.geocities.com/ieprp_betel/)


  Salmo 72: 18, 19.

1 Adórase al Dios Jehová,
Al Dios, sí, de Israel;
El único que para obrar
Portentos ha poder

2 Bendito el nombre del Señor;
Eterna gloria á El;
Llene la tierra su loor,
Y diga. Amén y amén.

(Es de Salmos de David en Verso Coleccionados por el Revdo. Niell E. Pressly,
publicado por Imprenta "La Fe Cristiana", 1909)
        

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