¿Qué es lo que necesitamos realmente?

Por Edward T. Welch



¿Qué necesitas?  Depende de quién está preguntando y cuándo pregunta.  Si estuvieras perdido en el desierto y muriendo de sed, contestarías “agua.”  Su tu pastor te hiciera la pregunta durante un sermón, y especialmente si te preguntara, “¿Qué necesitas realmente?,” probablemente dirías “Jesús.”  Pero si hicieras la pregunta en una sesión de consejería, la respuesta podría ser cualquiera cosa:  respeto, amor, comprensión, alguien que me escuche, autoestima, hijos obedientes, seguridad, control, emoción...la lista es limitada sólo por la imaginación humana y los deseos.

Bienvenida a la palabra “necesidad,” uno de los términos más confusos en el idioma.  Todos lo usan.  De hecho, puede ser una de las primeras palabras que los niños aprenden, siendo un descendiente directo de “Yo quiero” o “Dame.” Pero la palabra tiene una amplia y ambigua gama de sentido; puede expresar ideas que no tienen nada que ver la una con la otra.  Por ejemplo, “Necesito una vacación,” es una manera cultural en los Estados Unidos de decir que te está fastidiando la monotonía y dificultad de tu trabajo cotidiano.  “Necesito el respeto de mi esposa” demuestra una creencia que experimentarás un tipo de déficit psicológico si no recibes esta necesidad percibida psicológica.  “Necesito agua” es una manera de expresar una verdadera necesidad biológica la cual, cuando sea negado, acarreará a la enfermedad o aun a la muerte.  “Necesito el sexo” típicamente expresa un corazón codiciante, pero el corazón se engaña a sí mismo en pensar que solo está pidiendo una necesidad biológica.

Algunos significados son casi neutrales moralmente:  “Necesitamos dos litros de leche y un pan.”  Otros significados son llenos de complicaciones:  El esposo replica “Necesito que me dejes en paz.”  ¿Qué queremos decir con la palabra “necesidad”?

Las Necesidades consideradas de nuevo
¿Dice la Escritura en algún lugar que necesitamos relaciones para ser llenos?  ¿Dice que tenemos un anhelo dado por Dios por sentido de significado y valor en un mundo vacío de sentido?  No. La Escritura indica que necesitamos a Dios, pero lo necesitamos como la imagen que debemos de reflejar, lo necesitamos porque tenemos necesidades espirituales, y lo necesitamos por la vida de por sí.  La Escritura también indica que necesitamos el uno al otro, pero no para llenar un espacio vacío con lo cual fuimos creados.  En lugar, necesitamos el uno al otro para poder reflejar la gloria de Dios.  Su comisión a su pueblo se tiene que llevar a cabo corporativamente.

¿Por qué, entonces, se observa que tantas personas se sienten vacías?  ¿De Dónde vienen estas necesidades percibidas?  Hay varias posibilidades bíblicas.  La más obvia conceptualización bíblica del punto de vista popular de las necesidades es que necesidades o anhelos pueden ser eufemismos por codicias o idolatrías.  Anhelos pueden revelar una preocupación excesiva con el propio “yo” y sus deseos.

El centro de gravedad en el universo es Dios y su gloria-santidad – no nuestros anhelos.  Y la pregunta más básica de la existencia humana llega a ser “¿Cómo puedo traer gloria a Dios?”  no “¿Cómo puedo satisfacer mis anhelos?”  Estas diferencias producen muy diferentes efectos en nuestros corazones:  La primera constantemente nos jala hacia Dios como siervos de su voluntad;  la otra jala a Dios hacia nosotros como siervo de nuestros deseos.

También es posible que el vacío y el sentido de necesidad psicológica son inquietud producida por la intuición lejana y vaga del conocimiento de Dios.  Es decir, somos verdaderamente vacíos ante Dios, pero a causa del hecho de que esta verdad es tan horrible, puede ser suprimido o negado y así experimentado como una “necesidad” en nuestras relaciones con otras personas (necesidad psicológica) en lugar de en nuestra relación con Dios (necesidad espiritual).  De esta perspectiva, preocupaciones por bajo auto-valor son más precisamente un lejano eco de la ley de Dios que dice que, en nosotros mismos, no podemos alcanzar los estándares de la ley de Dios. 

Hay otras explicaciones por el sentido de ser vacío que surgen del hecho de que estamos viviendo en un mundo pecaminoso donde pecan contra nosotros, y este mundo está bajo maldición.  Por ejemplo, cuando muere un esposo o una esposa, el sentido de ser vacío es una repuesta apropiada y bíblica.  Algo hermoso ha sido quitado de la vida. Hay un gran sentido de pérdida.  Este vacío, sin embargo, es el resultado de la maldición y la muerte trazando su impresión en nuestra vida, no el resultado de haber sido creado con necesidades o anhelos psicológicos.

¿Y qué de la creencia que tenemos un corazón que puede ser llenado solo por Dios? Esto es verdad. Pero este vacío es una expresión del hecho de que necesitamos la justicia de Dios para reparar nuestra destitución espiritual.  Aun más, el vacío nos recuerda que carecemos de cualquiera habilidad de expiar nuestros propios pecados.  Cuando nos alejamos del pecado y nos acercamos a Cristo, sin embargo, hay un sentido de llenura divino que nos deja rebosando—más que llenados—con el amor de Cristo.

¿Qué es lo que necesitamos realmente?  Necesitamos ser flechados con la gloria de Dios, encantados por su amor, y fieles mientras caminamos en obediencia a Él.



“Si la psicología rige la iglesia, la dieta será auto-cumplimiento o autoactualización.  Si la Biblia rige la iglesia, la adoración enfocará en glorificar a Dios, no en glorificar y disfrutar a nosotros mismos.”  -- Michael Horton

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